Joaquín Ferrándiz, en una imagen de archivo
El asesino en serie de cinco mujeres en Castellón ya cuenta con permisos penitenciarios
Su salida de prisión está prevista para julio de 2023
Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie de Castellón que mató a cinco mujeres de entre 22 y 28 años entre los años 1995 y 1998, fue condenado a 69 años de cárcel pero está a punto de cumplir la pena máxima (25 años) que prevé el Código Penal y ya ha obtenido tres permisos penitenciarios.
Al parecer, estas salidas han sido vigiladas por las autoridades y una ONG que le ayuda en su rehabilitación.
Ferrándiz cometió los cinco asesinatos (aunque intentó siete) estando en libertad vigilada por violar a una joven en 1989. Llevaba en prisión seis de los catorce años que había sido condenado. Tardó únicamente 88 días en reincidir. Ahora, tras cumplir 25 años, podrá salir de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) en julio de 2023.
El juicio que se celebró contra Joaquín Ferrándiz en la Audiencia Provincial de Castellón
En la anterior ocasión de su paso por prisión y ahora en esta se cumplen las mismas premisas: Ferrándiz es un preso modelo. No protagoniza altercados en la cárcel y colabora con las tareas diarias que se le asignan.
En la calle fue un depredador. Cazaba y estrangulaba a las jóvenes hasta la muerte para después arrojar sus cuerpos semidesnudos a la calle. Así acabaron sus víctimas Sonia Rubio (de 25 años), Amelia Sandra García (22 años), Natalia Archelós Olaria (23 años), Francisca Salas León (23 años) y Mercedes Vélez Ayala (de 28 años) a las que mató en Castellón, Benicasim, Onda y Villareal. En su sentencia de 1999 fue declarado enfermo mental. Se le describía como un enfermo con «trastorno de la personalidad polimorfo».
Cuando salga a la calle, Ferrándiz tendrá 60 años. No podrá instalarse en ninguno de los municipios en los que causó la muerte a sus víctimas hasta 2028, pero podrá rehacer su vida.
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