Antiguo cauce del río Turia en Valencia, donde ‘el caníbal’ cometió uno de sus crímenes

Antiguo cauce del río Turia en Valencia, donde ‘el caníbal’ cometió uno de sus crímenesC.L.

Comunidad Valenciana  Así actuaba 'el caníbal del Turia', posible beneficiado por la ley del 'solo sí es sí'

David Fernández, condenado por agredir a tres mujeres, reconoció que tenía la «necesidad de comer y beber sangre humanas» en su primer crimen

La aplicación de la ley del 'solo sí es sí' sigue generando titulares. Raro es el día en que una audiencia provincial no rebaja condenas a agresores sexuales y en algún caso, incluso, ordenando excarcelaciones con carácter inmediato.
En los próximos días, uno de los presos que se pueden beneficiar es David Fernández, más conocido como 'el caníbal del Turia', cuya historia es verdaderamente espeluznante.
El 20 de septiembre de 2006, Fernández tenía 22 años y se encontraba en los jardines del antiguo cauce del río Turia, punto neurálgico de la ciudad. En una mano llevaba una botella de vidrio y al ver a una mujer que también paseaba por la zona, sintió el impulso de atacarle.
Lo hizo por la espalda y le robó el bolso a la chica de nacionalidad extranjera, pero, según recoge la sentencia que le condenó, al ver que estaba indefensa en el suelo no solo la violó con «ánimo libidinoso», sino que además le propinó constantes botellazos y comenzó a darle mordiscos por todo el cuerpo hasta que perdió el conocimiento.

Comer carne y beber sangre

Una vez la víctima se encontraba en ese estado, perdió «el interés» por ella, pero en el mismo instante en que la mujer lo recuperó, Fernández volvió a agredirla.
Ante los gritos de desesperación, la Policía acudió al lugar de los hechos y aunque el violador salió huyendo, acabó detenido pocas horas después.
Durante la celebración del juicio, al acusado reconoció que sintió la necesidad de comer carne y beber sangre humanas, a pesar de que aseguró que su intención, contrariamente a su primera versión, no era la de acabar con la vida de la mujer.
Así, Fernández fue condenado a 18 años de cárcel (doce por agresión sexual y seis por homicidio en grado de tentativa) después de que los forenses certificaran que el joven era plenamente consciente de lo que hacía y le calificaron como una persona «sádica». «Pudo elegir y eligió», apuntaron los facultativos.
Tras permanecer doce años en prisión, el reo comenzó a disfrutar de permisos penitenciarios acordes a la ley. En el segundo de ellos, Fernández volvió a actuar de forma macabra.
De este modo, un martes de septiembre de 2018, minutos antes de las diez de la noche, el hombre andaba por la calle Quevedo, una de las más céntricas de la capital levantina, a escasos doscientos metros de la plaza del Ayuntamiento. Allí, la fatalidad quiso que se cruzase de nuevo con otra víctima.
En este caso, fue una chica a quien asestó un puñetazo y le realizó tocamientos sexuales, tanto por encima como por dentro de la ropa. Fernández volvió a huir, aunque en esta ocasión no acabó arrestado.
Por ello, tan solo 24 horas después de este episodio, acudió a un cibercafé, donde vio una película porno en la que la protagonista resultaba acuchillada y agredida sexualmente. Tal fue su nivel de excitación, que le entraron ganas de saber qué se sentía al realizar este tipo de prácticas.
Dispuesto a ello, no tardó en comprar un cúter y acto seguido se abalanzó por la espalada, a la altura del cuello, a otra mujer. Esta sobrevivió, pero le quedaron secuelas de por vida. Posteriormente, fue detenido por segunda vez y puesto a disposición judicial.

Buscaba víctimas vulnerables

Tras otra vista, 'el caníbal del Turia' fue sentenciado a 19 años de cárcel y en ella los informes psicológicos volvieron a insistir en que el condenado sabía en cada momento lo que hacía. En este sentido, destacaron que lo que realmente le atraía no era «la resistencia de las víctimas», sino su «voluntad contraria al acto», por lo que descarga su furia sobre una víctima «vulnerable».
Ahora, si finalmente Fernández se pudiera llegar a beneficiar de las lagunas legales de la iniciativa de la ministra de Igualdad, Irene Montero, se le rebajaría la pena en un año, ya que el Tribunal se la impuso en la parte inferior del grado superior por su condición de reincidente.
La Audiencia Provincial de Valencia ya ha notificado a las partes que con carácter de oficio va a revisar la sentencia. Así, todas las partes implicadas ya han presentado sus escritos de alegación a favor o en contra de un hipotético beneficio penitenciario por la máxima de que se ha de aplicar en todo momento la norma más favorable al reo.
La decisión de la Audiencia puede ser cuestión de días y, en el caso en que favorezca a los intereses del denominado 'caníbal del Turia', este se uniría a una larga y creciente lista de agresores sexuales que están viendo bajadas sus penas por las carencias del texto promovido por el Ministerio de Igualdad.
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