La vicepresidente valenciana, Aitana Mas, junto a su equipo de campaña de las primarias en Compromís.

La vicepresidente valenciana, Aitana Mas, junto a su equipo de campaña de las primarias en CompromísTwitter/ @aitanamas

Comunidad Valenciana  La victoria pírrica de Aitana Mas en Alicante deja a Compromís más dividido que nunca

La lista de la vicepresidenta valenciana, que había amenazado con dimitir de haber perdido, gana las primarias por solo 87 votos

La Real Academia Española (RAE) define el término «pírrico» como algo «dicho de un triunfo o de una victoria: obtenidos con más daño del vencedor que del vencido». El origen de la expresión se remonta al año 279 a. C., cuando Pirro, rey de Epiro, derrotó a los romanos en Ásculo pero lo hizo a costa de «sufrir numerosísimas bajas».
Ese contexto se ajusta a la perfección a la realidad que está viviendo Compromís, que este pasado sábado celebró sus elecciones primarias para elegir a los cabeza de lista y demás candidaturas para los comicios autonómicos del próximo 28 de mayo.
En las provincias de Valencia y Castellón las primarias fueron un trámite, puesto que el partido estaba ganado con antelación y lo único que había que hacer era confirmar los nombramientos.
De este modo, el 'número uno' por Valencia y candidato a la presidencia de la Generalitat será el todavía diputado en el Congreso, Joan Baldoví. Su lista obtuvo 21.620 votos y, por ende, sucederá a Mónica Oltra como aspirante a liderar el Ejecutivo autonómico.

Pugna interna en Alicante

El pescado también estaba vendido en la provincia de Castellón. Allí, se ratificó que la candidatura nacionalista la encabezará Vicente Marzá.
Aunque dimitió como consejero de Educación en mayo de 2022, al dirigente de Compromís se le considera el ideólogo de la deriva adoctrinadora que está llevando a cabo el tripartito en la Comunidad Valenciana. En base a ella, los postulados independentistas de los 'Países Catalanes' están siendo favorecidos desde las instituciones gobernadas por la izquierda.
Sin embargo, donde más pelos en la gatera se ha dejado la coalición nacionalista ha sido en Alicante.
En la provincia del sur Compromís ha vivido una pugna interna que le ha dejado partido en dos a escasos cien días para que se abran las urnas.
La candidatura favorita era la que lideraba la vicepresidenta de la Generalitat, Aitana Mas. Sin embargo, para lograrlo tenía que imponerse a la propuesta de Gerard Fullana, portavoz de la formación en la Diputación alicantina.
No solo eso, sino que también debía hacer frente al rechazo a su candidatura por parte de Mireia Mollá y su enorme influencia en Alicante. El pasado mes de octubre, Mas destituyó fulminantemente y sin contemplaciones a Mollá como consejera de Agricultura en el Gobierno regional.
El motivo oficial fue que la medida se adoptaba para otorgar mayor grado de «cohesión» al Ejecutivo de Ximo Puig tan solo unos pocos días después de que Mollá se despachara a gusto criticando a sus compañeros de Gabinete por su demora en aplicar energías renovables en su gestión.
En cambio, lo que verdaderamente subyacía era una encarnizada lucha por el poder orgánico.
El anuncio que Baldoví hizo en septiembre postulándose como candidato a presidir la Generalitat no fue precisamente del agrado de Mas. A la vicepresidenta valenciana le disgustaron las prisas del diputado en comunicar su decisión.
Adelantándose a Mas, Baldoví dejó fuera de la ecuación a Mónica Oltra, ya sin aspiraciones políticas por continuar imputada. Pero también logró apartar a un lado de la pista a Mas, que nunca ocultó sus intenciones de aspirar a liderar la coalición.
Con esta decisión ya descartada, a Aitana Mas únicamente lo quedaba hacerse fuerte en Alicante, su provincia. Las matemáticas indican que lo ha hecho, pero la lógica política es tan compleja como caprichosa y deja entrever que, pese a haber vencido, el daño interno en el partido es mayúsculo.
El triunfo de Mas fue escuálido, raquítico. Obtuvo 3.487 votos frente a los 3.400 de su rival, Fullana. Tan solo 87 papeletas más, una diferencia que con los estatutos en la mano le permite encabezar la lista por Alicante pero que, orgánica y políticamente le deja fuera de cualquier posición de fuerza.
De hecho, entre su entorno Mas deslizó que podría dimitir como vicepresidenta en caso de que su lista no hubiese sido la más votada en las primarias.
Aitana Mas, depositando su voto en las primarias de Compromís en Alicante.

Aitana Mas, depositando su voto en las primarias de Compromís en Alicante.Twitter/ @aitanamas

Tras conocerse los resultados, una impostada Mas quiso dar «mil gracias» a quienes le votaron «por revalidar la confianza» en su persona. Con todos ellos se comprometió a «trabajar a muerte» para conseguir «el tercer Botánico» –es el nombre del pacto que ha dado origen a los dos tripartitos en 2015 y 2019–, algo que Mas considera que lo tienen «a la vuelta de la esquina».
Quizás fuese por la euforia tras la victoria, pero a Mas le contradicen la totalidad de encuestas realizadas con vistas al 28 de mayo.
La igualdad entre PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem por un lado y el bloque de centro-derecha con Partido Popular y Vox por el otro es absoluta. Así, el color del próximo Gobierno de la Comunidad Valenciana dependerá de un puñado de votos.
En lo concerniente a Compromís, la victoria pírrica de Mas deja al partido fracturado en una provincia clave en un escenario de empate técnico.
A esta circunstancia cabe añadirle que los de mayo serán los primeros comicios a los que Compromís acuda sin el liderazgo de Mónica Oltra. La exvicepresidenta valenciana apenas ha tenido apariciones públicas desde que se vio obligada a dimitir tras resultar imputada por, supuestamente, encubrir los abusos sexuales de su marido a una niña de 14 años en un centro de menores tutelados por ella misma.
Cierto es que Baldoví es un rostro conocido y reconocible, entre otros motivos por el blanqueamiento que se le da en algunos medios de comunicación afines.
También a su favor está su condición de diputado en el Congreso y la consecuente proyección mediática. Sin embargo, no es Mónica Oltra y no ni tiene su gancho electoral ni un liderazgo tan potente como el de su compañera, aspecto que Compromís ya está sufriendo desde hace meses.
Quizás por eso, las encuestas apuntan a unas elecciones en las que los nacionalistas podrían sufrir un fuerte correctivo por parte de los ciudadanos, estando cerca de perder tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Valencia.
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