El exconcejal de Compromís en Alfafar Joan Sorribes, en un acto de la coalición.

El exconcejal de Compromís en Alfafar Joan Sorribes, en un acto de la coalición.

Comunidad Valenciana  Juzgan a un exconcejal de Compromís por abusar de la menor que tenía en acogida

La Fiscalía pide 18 años y medio de prisión para Joan Salvador Sorribes por varios delitos contra la libertad sexual de la niña

La Audiencia Provincial de Valencia está juzgando al exconcejal de Compromís en la localidad de Alfafar Joan Salvador Sorribes y a su mujer por abusar sexualmente de la hija en acogida que tenían.
Meses después de que dicho acogimiento terminase por propia voluntad en 2019, la joven fue cuando dio el paso y denunció los hechos. Según relata el periódico autonómico Levante-EMV, lo hizo cuando se enteró de que la pareja pretendía adoptar una niña pequeña y para que esta «no pasara lo mismo» que ella.
Tanto Sorribes como su pareja están procesados por los delitos de abusos sexuales continuados, corrupción de menores y descubrimiento de secretos. Para él se solicita una pena de prisión de dieciocho años y medio, mientras que para ella se pide que sea condenada a dieciséis años y medio de cárcel.
El Ministerio Público es contundente en su escrito de acusación. En él relata las prácticas que tuvo que padecer la niña, que en el momento de los hechos tenía catorce años.

Desnudos por casa

Tal como señala la Fiscalía, como carecía de habitación propia la adolescente dormía con sus padrastros en la misma cama y por la casa iban desnudos porque se definían como naturalistas.
Asimismo, estos no tuvieron el menor reparo en proponerle sexo y fotos íntimas a la joven en las que apareciera desnuda. Ella se negó, por lo que los abusadores le cogieron el teléfono sin permiso y se enviaron a sí mismos esta clase de imágenes. Igualmente, le compraron lencería sensual y fueron con ella a un hotel con jacuzzi, donde también la fotografiaron.
En una ocasión, según la acusación, la llevaron a la playa de noche y le obligaron a presenciar cómo su madrastra practicaba sexo con tres personas desconocidas. Mientras lo hacía, el procesado le hablaba diciéndole que eso era lo que debía hacer. También le preguntaba si le apetecía tener sexo en ese momento con él.
El informe de la Fiscalía no se queda ahí, ya que apunta que la pareja acusada prohibía a la víctima que ella misma se depilase y le escondían las cuchillas para afeitarles ellos las partes íntimas.
Respecto a tocamientos, se produjeron en los pechos con la excusa de ponerle un medicamento tópico y en la vagina introduciéndole los dedos.
La situación de la joven fue tal que aseguró en su declaración de entonces que prefirió «vivir bajo un puente que seguir allí» y para dar el paso de denunciar los hechos se apoyó en la sobrina de sus padrastros.
En una conversación encontrada en el ordenador y que figura en el sumario, su prima le aconsejó cortar «de raíz» la relación con los acusados porque «el pasado no se puede cambiar, pero el futuro sí». «No te doblegues», le llegó a aconsejar.
Una vez denunciados, los agentes procedieron a la entrada y registro en el domicilio familiar. Allí encontraron abundante documento pornográfico, no solo de su hijastra, sino de muchas otras chicas menores de edad.
El motivo que alegó Sorribes fue que años atrás había realizado un trabajo sobre pornografía infantil y para ello tenía un programa «para bajarse fotos de golpe y no de una en una». Automáticamente, los investigadores rechazaron esa versión por la evidencia de los indicios.
El matrimonio tenía previsto seguir con los abusos sexuales a menores, puesto que tenían un contrato de matrimonio en el que una de las cláusulas señalaba que todas las hijas que tuvieran «fueran educadas como esclavas sexuales».
Del mismo modo, la Consejería de Igualdad indica que la pareja no consta en ningún registro de familias de acogida. Este hecho lleva a pensar que mantenían alguna clase de relación con los padres biológicos de la víctima, lo que los expertos llaman «familia alargada».
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