
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá
Catalá encara la segunda mitad de la legislatura sin una oposición efectiva en Valencia
La alcaldesa continúa con su hoja de ruta mientras Compromís y el PSPV-PSOE combinan problemas internos con centrarse en su lucha contra Mazón dejando a un lado asuntos locales
En 38 días, los alcaldes que fueron elegidos tras las últimas elecciones municipales de mayo de 2023 cumplirán la mitad de su mandato. Muchos de ellos optarán en el mismo mes pero del año 2027 a la reelección, con lo que el tiempo que resta hasta la nueva cita con las urnas será clave a la hora de apuntalar una mayoría que les permita seguir ostentando el bastón de mando en sus respectivos ayuntamientos. Cada ciudad tiene su intrahistoria y sus particularidades, pero el caso de la ciudad de Valencia bien merece ser destacado.
Su alcaldesa es María José Catalá, del Partido Popular, y está al frente del Consistorio desde 2023 después de conseguir darle la vuelta al panorama electoral de la capital levantina. Así, y tras ocho años gobernando Joan Ribó, de Compromís, en coalición con el PSPV-PSOE, el PP volvió a ser la primera fuerza más votada y dejó a la izquierda en minoría en la Corporación.
Más allá de lo que los ciudadanos piensen de su gestión, la paradoja reside en el llamativo panorama en el que la izquierda local está instalada y del que pudiera parecer que tiene una difícil salida cuando más pronto que tarde los partidos activarán el modo electoral y comenzará la cuenta atrás para que los valencianos dicten sentencia. Los hechos crean tendencias y las tendencias crean dinámicas, un terreno más que pantanoso que afecta tanto a nacionalistas como a socialistas.
Compromís y el futuro de Oltra
Por número de escaños en el Pleno, el panorama de Compromís tiene varias aristas y ninguna de ellas provocaría entusiasmo. Con la llegada de Catalá a la alcaldía, Ribó pasó a la oposición, un proceso que culminó irremediablemente con su salida de la política activa, no solo por la derrota, sino también por su edad y algunos problemas de salud que iba arrastrando. Aunque la figura del exprimer edil no fuera acorde a la ideología de muchos vecinos, es innegable que, dada su amplia trayectoria, era conocida, reconocida y con autoridad. Algo que le llevó a superar a sus colegas del PSOE.
Sin embargo, su sucesora está lejos de igualar estas características. Papi Robles tiene menos experiencia en la vida pública que su compañero de filas. Pero, aunque la fecha de nacimiento no es el único criterio para determinar el carisma de un u otro político, su pasado como portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas tampoco le ha supuesto un sobresaliente espaldarazo en términos de notoriedad y conocimiento públicos.
A todo ello se le une que el contexto interno de la coalición ni mucho menos resulta envidiable. A nivel local, la que será candidata no es lo suficientemente conocida ni está siendo capaz de poner a su formación en la primera posición e intentar marcar la agenda y los tiempos. Y a nivel regional, el futuro de los nacionalistas puede depender de lo que decidan los jueces respecto a Mónica Oltra, que podría sentarse en el banquillo de los acusados por, supuestamente, haber encubierto los abusos sexuales de su marido a una menor de 14 años tutelada por su Consejería.

El portavoz del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, Borja Sanjuán
En las filas socialistas las aguas no bajan excesivamente tranquilas. Su grupo municipal es el mejor ejemplo de ello. La legislatura la empezó como líder Sandra Gómez, anterior vicealcaldesa con Ribó, pero renunció a la portavocía de su partido en el Ayuntamiento y su acta de concejal al ser elegida eurodiputada en 2024. Tomó el testigo Borja Sanjuán, que con la izquierda en el poder fue edil de Hacienda.
Lo habitual es que esa posición le hubiese valido para ser el candidato del PSPV en 2027 y disputarle la alcaldía a Catalá. Pero la dana todo lo cambió o, quizás, todo lo adelantó, y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, emergió como un personaje con más enjundia que Sanjuán, más aún cuando se ha convertido en la número cuatro del PSOE y está más centrada en ser la cara visible de la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra el de la Generalitat, Carlos Mazón, que en lo municipal. Dándole la vuelta al dicho popular, con esos enemigos quién quiere amigos.