Desde la cumbre de Madrid de 1997 se han incorporado a la OTAN 13 países más

Desde la cumbre de Madrid de 1997 se han incorporado a la OTAN 13 países más

Cumbre de la OTAN en Madrid

El temor a Rusia vuelve a marcar la cumbre de la OTAN en Madrid 25 años después

La Cumbre de 1997 marcó la apertura a la Europa del Este. La de 2022 fijará la barrera contra Putin

Cualquiera diría que España, junto con Portugal, es el país europeo más alejado de Rusia. Porque Madrid es la ciudad donde la OTAN ha sellado los puntos de inflexión respecto a sus relaciones con aquel país.
Aquel verano de 1997, los entonces 17 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte acordaron iniciar una fase de reforma de las estructuras y políticas de la OTAN «para responder a las nuevas circunstancias». Esto es, responder a las necesidades de una Europa donde había caído el Muro de Berlín, se había disuelto la Unión Soviética y el último resquicio que quedaba de la época comunista, el conglomerado de Yugoslavia, también se había deshecho.
Era el momento de abrir definitivamente la OTAN a los países que se habían despegado de la dependencia soviética para reforzar su defensa de las posibles ambiciones rusas que ahora, un cuarto de siglo después, han quedado en evidencia y, por otro lado, se ampliaba el muro de contención contra Moscú. Tres países se incorporaron rápidamente a la disciplina de la Alianza Atlántica, Polonia, Hungría y la República Checa. Con un poco más paciencia, en 2004, se sumaría el grueso de la llamada Europa del Este, Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.

La OTAN de 2022

Ahora, en 2022, veinticinco años después, los temores que mostraron los 17 países de la OTAN de entonces se han confirmado, se ha visto la verdadera cara de Rusia y los ya 30 países que conforman el Tratado Atlántico vuelven a reunirse en Madrid marcados por el temor a las pretensiones del país de los zares.
Por lo pronto, dos países históricamente neutrales se han apurado a solicitar la entrada en la organización, Suecia y, sobre todo, Finlandia, quien comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. Todos los países parecen estar de acuerdo en que no tardarán demasiado en sumarse a la Alianza Atlántica. La urgencia de reforzar la defensa de Europa ante la guerra de Ucrania y el hecho de que sean dos países con una democracia más que asentada y un nivel de desarrollo importante allanan el camino a la pronta incorporación.
Además, sobre todo la incorporación de Finlandia a la OTAN sumaría una nueva barrera ante las ambiciones rusas y, junto con Suecia, culminaría la incorporación de los países nórdicos a la disciplina atlántica.
Además, el nuevo Concepto Estratégico que también se va a aprobar en Madrid reforzará la defensa ante las nuevas amenazas, tanto las derivadas del propio avance tecnológico como de las nuevas estrategias geopolíticas, sustancialmente cambiadas este año y con perspectivas que permanecer con la invasión rusa de Ucrania.
En los próximos meses será el momento de comprobar si, como sucedió en 1997, las decisiones que se tomarán en la cumbre de Madrid de los próximos 29 y 30 junio son acertadas o erróneas.
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