Pedro Rebollo Díaz

Pedro Rebollo DíazTeresa Robles De Moya

Entrevista | Doctor Pedro Rebollo Díaz

Seguridad Marítima, factor crítico de la defensa de España y las relaciones internacionales

La colección Seguridad y Defensa (J.M. Bosch Editor), coordinada por el profesor Rebollo Díaz, ha publicado su primer título, 'Seguridad Marítima, una incertidumbre permanente', dirigido por Fernando Ibáñez Gómez

La cultura de defensa, la geopolítica y el análisis de conflictos internacionales son temáticas que cada día llaman más la atención de la sociedad y exigen estudios rigurosos y solventes. La prestigiosa editorial jurídica J. M. Bosch ha puesto el foco sobre estos temas a través de la colección Seguridad y Defensa, coordinada por el profesor Pedro Rebollo Díaz, Doctor en Derecho y Máster en Seguridad, Defensa y Geoestrategia por la UDIMA.

El primero de sus títulos, Seguridad Marítima, una incertidumbre permanente, dirigido por el Doctor Fernando Ibáñez, aborda desde una pluralidad de enfoques las amenazas contra la seguridad en los mares, una problemática que tiene una incidencia capital sobre el comercio internacional y es un pilar fundamental de las estrategias nacionales de defensa. Esta obra colectiva fue presentada el pasado 13 de junio de 2024 en el Cuartel General de la Armada y está prevista su presentación para el próximo mes de abril en el Museo Marítimo de Barcelona. Precisamente en los jardines de este museo hemos mantenido una charla con el profesor Pedro Rebollo Díaz sobre la primera obra de esta colección.

— ¿Qué destacaría del libro Seguridad Marítima, una incertidumbre permanente?

— Muchas cosas. Personalmente me apetecía que fuera sobre seguridad marítima. Primero, porque soy de Barcelona, una ciudad plenamente abierta al mar y con uno de los puertos más importantes del mar Mediterráneo. El primer libro aborda cuestiones muy relevantes, actuales y muchas de ellas no resueltas, y para ello creo que Fernando Ibáñez, el director de la obra, ha sabido reunir con muy buen criterio una serie de autores con perfil académico y operativo, desde profesores de Universidad a Samuel Morales, que es Teniente Coronel de Infantería de Marina.

En cuanto al libro, me parece que es importante destacar que se trata de capítulos autónomos, es decir, el lector tiene unas cápsulas de diferentes cuestiones y puede saltar de un capítulo a otro en función de lo que le apetezca leer en ese momento: geopolítica de Canarias, inseguridad marítima en el Mediterráneo, cables submarinos, buques autónomos, la función policial de la Armada, etc.

¿Cree que existe conciencia social sobre los retos de la seguridad marítima?

— Pensando en sociedad como un ente global, creo que no, y es comprensible. No se imprime una necesidad de conciencia sobre seguridad, en general, al alumnado que pueda tener entre 8 a 15 años, que serían especialmente permeables a esta cuestión. Tampoco podemos pretender que se les haga leer la Estrategia Nacional sobre Seguridad Marítima, pero creo que sí sería deseable establecer algunas pinceladas que hicieran un buen poso o sirvieran de catalizador para que se despierte el interés.

El Almirante Edward Vernon tiene un monumento en la Abadía de Westminster. ¿Qué hay de Blas de Lezo? Debería haber en España una Universidad con su nombre

Tampoco creo que ayude el hecho de que, en lo que a seguridad marítima se refiere, hay multitud de héroes anónimos. Me refiero a la Armada, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a Salvamento Marítimo o al Servicio de Vigilancia Aduanera. Creo que como sociedad debemos hacer valer nuestros éxitos, así como presumir de ellos. Por ponerle un ejemplo: el Almirante Edward Vernon tiene un monumento en la Abadía de Westminster, y eso que perdió la batalla en Cartagena de Indias. ¿Qué hay de Blas de Lezo? Debería haber en España –mínimo- una Universidad con su nombre. Pero se nos han adelantado, hace poco leí que lo han hecho en Colombia. En cualquier caso, considero que es una buena noticia.

¿Considera que hay una adecuada coordinación entre las diversas marinas y el resto de actores de la comunidad marítima y portuaria?

— Objetivamente, el hecho de coordinar no es sencillo por la propia naturaleza del ser humano. Me refiero desde el profesor de escuela que coordina una excursión para una clase con 25 alumnos, 25 personalidades diferentes, que acatarán o no las instrucciones, que harán caso o no lo harán, etc.

Respecto a los actores que Vd. comenta, obviamente no es el mismo caso. Hablamos de personal altamente formado, con unas capacidades notables y unos protocolos establecidos que tienen el mismo objetivo: el bien común. En este sentido, creo que lo hacen lo mejor que pueden con los medios que tienen a su disposición, partiendo de la base de que hablamos de personas que no se dedican a lo que se dedican por dinero, sino por vocación, principios y valores, sabiendo –además– que sus actuaciones quedarán en el anonimato: son héroes que cuando se miran al espejo, saben que han hecho lo correcto porque era lo que había que hacer.

Portada del libro 'Seguridad marítima. Una incertidumbre permanente'

Portada del libro 'Seguridad marítima. Una incertidumbre permanente'

¿Cómo está posicionada España a efectos de tecnología de seguridad en el ámbito marítimo?

— Esta es una cuestión que se trata con detenimiento en varios capítulos del libro. En España tenemos empresas pioneras en tecnología aplicada al campo de la seguridad, quizá Navantia e Indra son los mayores exponentes de ella. Ambas son contratistas del Ministerio de Defensa. Sin embargo, en el ámbito marítimo creo que queda mucho por hacer. Hay cuestiones que mejorarían la seguridad con tecnología poco compleja.

Por poner un ejemplo: la acústica marina. Actualmente, ya es posible la implementación de boyas capaces de detectar actividades ilícitas mediante el procesamiento del sonido a través del agua. Imagínese, además, que esas boyas son capaces de moverse autónomamente durante las 24 horas del día, detectar el tipo de embarcación que se está acercando, si hay o no más de una, si hay varias embarcaciones abarloadas y todo eso, reportarlo a un centro de control. Con varias boyas ubicadas en puntos calientes se dispondría de información a tiempo real, con independencia de que –por ejemplo– fueran las 2 de la mañana.

Imagínese esta situación. Son las 2 de la mañana, noche nublada, no hay visibilidad. Alguien (o algunos) con una lancha aprovechan para descargar estupefacientes en la costa, o trasladar mercancía ilícita de una embarcación a otra. Antes de que se acerque con la embarcación a la playa, la boya sería capaz de detectar dicha embarcación, se podría enviar un dron con cámara térmica y detectar cuanta gente va a bordo. Todo ello, sin que los delincuentes se percaten de nada, puesto que no habría ni el más mínimo ruido.

En su capítulo de esta obra colectiva Vd. ha abordado la función policial de la Armada. ¿Cómo valora las capacidades de policía marítima de España?

— La función policial de la Armada es un ejemplo de los héroes invisibles de los que hablaba. En la sentencia que yo comento, que es de la Audiencia Nacional, es un claro ejemplo de la necesidad de coordinación de los diferentes Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que no digo que no se haga bien, ni mucho menos. Lo que muestra es la necesidad de lo que se denomina Fuerza Marítima Combinada como concepto general y, más concretamente, la Operación Atalanta, que trata de mitigar el gran problema de piratería que se está dando en el Cuerno de África, algo que no tiene gran repercusión en los medios de comunicación y, por tanto, en la sociedad.

En España tenemos empresas pioneras en tecnología aplicada al campo de la seguridad. Sin embargo, en el ámbito marítimo creo que queda mucho por hacer

¿Está satisfecho con la acogida que está teniendo este primer libro?

— Estoy muy satisfecho porque ya son varios los expertos en esta cuestión que me han trasladado el hecho de que hasta ahora no se había publicado un libro que abordase el problema de la seguridad marítima desde el punto de vista desde el que se ha planteado.

Buen ejemplo de ello es que nos están llegando solicitudes de publicaciones de libros como consecuencia del crecimiento que poco a poco vamos teniendo, lo que nos ha motivado a crear un comité científico con –creo– grandes expertos en geopolítica y seguridad. Me refiero, por ejemplo, a Josep Baqués Quesada, profesor de Ciencia Política de la UB, Fernando Ibáñez, que es profesor del Máster en Seguridad Marítima del CISDE, con una línea de investigación muy marcada en torno a la seguridad marítima en el Mar Rojo, Roser Martínez, profesora de Derecho Administrativo de la UAB o a Víctor Javier Ibáñez, profesor del Máster en Derecho Marítimo de la UOA.

¿Qué nuevos proyectos afronta esta colección?

— El gran proyecto que subyace detrás de esta idea en el fondo es simple: contribuir a difundir la cultura de seguridad y defensa de forma que pueda resultar atractiva y asequible a la sociedad, sin sacrificar el rigor científico. Para ello, seguiremos publicando libros y poco a poco aportando nuevas ideas, en interés de la sociedad porque hay buenos y malos, y siempre deberían ganar los buenos.

comentarios
tracking