La Manuela, la embarcación gallega que además de pescar sardinas protagonizó una gesta deportiva
Es una lancha xeiteira que destacó por su rapidez, su apariencia y la destreza de sus remeros, llegando a ganar cinco años consecutivos las regatas de la zona
Galicia sabe a mar. Su tradición marinera se refleja en numerosos signos de identidad que abarcan desde el modo de vida de sus habitantes hasta la arquitectura de sus pueblos.
Muchas de estas villas marineras mantienen intactas sus características casas remo y los oficios vinculados al mar, como el marisqueo, la pesca, la elaboración de conservas y la construcción de barcos. Además, las fiestas de exaltación de productos del mar y los museos dedicados a esta tradición contribuyen a preservar y celebrar este legado marítimo.
Las embarcaciones gallegas fueron y siguen siendo fundamentales para el desarrollo de esta actividad. Entre ellas, destacaba especialmente la lancha xeiteira y la dorna, ambas representativas de la tipología que se especializó en la pesca de la sardina.
La lancha xeiteira, en particular, se ha convertido en un símbolo en la villa marinera de Rianxo, La Coruña, por los triunfos cosechados en las competiciones de traineras.
Enfrentamiento entre pueblos vecinos
En la década de los años treinta, algunas embarcaciones xeiteiras adquirieron una doble importancia en la ría de Arosa. Además de ser utilizadas para la captura de la sardina, estas lanchas competían en regatas. Un ejemplo es la lancha La Manuela de Rianxo, que terminó por convertirse en un símbolo local gracias a sus numerosas victorias en competiciones de traineras.
En una época en la que los remos y el viento eran las principales fuerzas motrices de las embarcaciones porque llegar primero a los caladeros era crucial para la pesca, y por ende, para alcanzar la meta en las competiciones.
La Manuela, destacaba por su rapidez, su apariencia y la destreza de sus remeros, aspectos estos que le llevaron a ganar cinco años consecutivos en las regatas disputadas con el pueblo de Vilaxoán y Villagarcía.
Unas regatas que se celebraban en el marco de las fiestas de San Roque de Villagarcía de Arosa y la rivalidad entre Vilaxoán y Rianxo acaparaban la atención y las apuestas de todos los espectadores.
Los remeros del pueblo de Vilaxoán tuvieron que conformarse durante bastante tiempo con el segundo puesto de la ría, mientras que los remeros rianxeiros eran recibidos como auténticos héroes en el municipio coruñés, celebrando la victoria con las bombas de palenque.
En la actualidad la Manuela, descansa en tierra en forma de escultura para recordar la gesta deportiva que a lo largo de su vida combinó con la faena xeiteira. Un sencillo monumento, diseñados por el escultor de Padrón, Camilo Rodríguez, formado por catorce largos remos, que miden exactamente lo mismo que los que empujaban a las emblemática lancha, puestos en señal de victoria recuerdan los triunfos conseguidos por la embarcación.
La pesca con 'xeito'
En Galicia, la palabra 'xeito' se utiliza como sinónimo de habilidad o maña, pero en el ámbito marinero tiene un significado específico. Se refiere a uno de los sistemas de pesca menos agresivos tanto para el medio marino como para las especies capturadas. Este arte de pesca consiste en una red larga que se extiende y se ata a la embarcación, navegando a la deriva durante horas. La sardina, movida por el cambio de marea, queda atrapada en la red.
La sardina capturada con xeito se considera especialmente sabrosa, lo que la hace muy demandada para el consumo doméstico. Por otro lado, la sardina capturada con cerco se prefiere para la industria conservera, aunque también puede ser consumida fresca.
La preferencia por el xeito se debe a que este método desangra a la sardina al sacarla de la malla, mientras que la captura con cerco permite que la sardina llegue entera. Además, las sardinas capturadas con xeito conservan mejor sus escamas y su carne suele ser más firme, ya que no se aplastan entre sí. La extracción manual y una por una aporta un valor añadido al arte del xeito.
La historia de embarcaciones como la lancha Manuela ilustra la profunda conexión de los gallegos con el mar y su habilidad para adaptar sus técnicas de pesca de manera sostenible, manteniendo viva una tradición que es fundamental para la identidad cultural de la región.