portada de la Constitución Española de 1978

Portada de la Constitución Española de 1978

6 de diciembre

Una Constitución nacida de un consenso hoy irrepetible

Dos puntos de vista diferentes sobre el estado de salud de la Carta Magna que coinciden en los acuerdos que ya no se dan

Suele ser habitual llegar a esta jornada además de con actos oficiales y celebraciones, con un compendio de críticas a la Constitución de 1978 que la tachan de vieja e inadecuada para los tiempos actuales. Se le achaca que no está a la altura de la realidad social y política de la España de hoy pero, paradójicamente, la España en la que hoy vivimos es producto de esa Constitución, o cuando menos, del espíritu que la hizo posible y cierta.
«A la Constitución le debemos 40 años de tranquilidad», nos dice José Javier Rodríguez Alcaide, uno de los once cordobeses que formaron parte de las Cortes constituyentes de 1977, en las que se forjó la Carta Magna. Unos años de tranquilidad que en lo referido a la propia Constitución no lo han sido tanto, según nos desvela Manuel Novo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Loyola Andalucía. «Creo que ha pasado su etapa crítica desde el punto de vista jurídico-constitucional» y destaca que en los 44 años de vida no se haya tenido que reformar. "Solo dos veces, en 1992, por el Tratado de Maastricht y en 2011 debido a la reestructuración de la deuda pública”. «Nuestra Constitución tiene a día de hoy un vigor y una fuerza de la que no ha gozado en los últimos 20 años. Ese vigor y esa fuerza la tiene como pacto, como punto de partida para la construcción de un Estado», añade Novo.
José Javier Rodriguez Alcaide

José Javier Rodriguez AlcaideLVC

No es de la misma opinión Rodríguez Alcaide: «Su estado de salud es deficiente. En el Congreso de los Diputados se están planteando cuestiones que nos conducen a un deterioro de esta Constitución y a una ruptura del consenso de aquellos tiempos, sobre todo en lo referido a la unidad de España, que está bien presente en algún articulado de nuestra Constitución». De hecho, y como ayer apuntaba El Debate, Laura Díez, candidata de Moncloa al Constitucional ya piensa en cambiar el artículo que regula el sistema autonómico.

La unidad y los territorios

En efecto, el asunto territorial es uno de los problemas tormentosos sobre los que la Carta Magna ha tenido que navegar desde su nacimiento. De alguna manera coincide con el profesor Novo sobre lo que él considera «grandes cuestiones que aún están sin resolver» como son «la distribución territorial del poder y las estructuras básicas para ejercer el poder, ya que las nuevas generaciones se plantean cómo se ejerce el poder».
Manuel Novo no olvida el contexto internacional. «Algo que nos interesa a todos es la posición de España en un mundo globalizado y frente a los problemas globales recuperar posturas comunes parece algo inalcanzable».
José Javier Rodriguez Alcaide

Manuel NovoLoyola Andalucía

Porque si en algo coinciden los dos profesores consultados es que el consenso que trajo esta Constitución - más del 80% del censo votó a favor- es algo irrepetible en la España de hoy, demasiado dividida, dolorosamente polarizada. Y Manuel Novo recuerda que «aunque el estado de salud de nuestra Constitución en más que adecuado para un texto del siglo XX, la importancia reside en los acuerdos, porque el consenso es la cuna donde nacen los mandatos más duraderos».
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