Córdoba CF- Pontevedra

Córdoba CF- PontevedraCCF

CCF

El Córdoba CF gana con uno menos casi todo el partido

Los blanquiverdes ganan al Pontevedra 1-0 y se afianzan en el liderato

La noche pintaba mal. El tiempo adverso, en mitad de un puente que no lo es, la hora del partido tardía y la salida de los aficionados del Arcángel aun más, humedad y pocas ganas. Nada más lejos de la realidad, ya que 12.000 cordobesistas se dieron cita en el feudo blanquiverdes en una noche fea, que se convirtió en pura épica blanquiverde.
A eso, para lo bueno y lo malo, se ha acostumbrado el aficionado cordobés sea mayor o niño. Siempre sufriendo, siempre vibrando. El Córdoba regresaba a su casa como líder y tras empatar en Riazor. Con esas credenciales el Pontevedra parecía una víctima propiciatoria más, pero no lo fue.
Y eso pese a que en el primer minuto Willy pudo abrir el marcador, luego fue el turno del cuadro gallego y, con solo diez minutos de juego, Gudelj hizo una dura entrada en el centro del campo y vio la roja directa. El colegiado no tuvo piedad y al Córdoba le costó más de 80 minutos (un descuento final de ocho minutos) jugar con uno menos.
Ahí empezó la épica, lo que es el traje habitual de un club para el que nunca nada es fácil y, cuando todo venía de cara, hubo que ponerse a remar. Los de Germán Crespo lo hicieron y dominaron, con uno menos, la primera parte. Willy tuvo tres buenas ocasiones y Carlos Marín estuvo siempre bien, incluido un segundo acto donde salvó a los suyos. Los delanteros se llevan la gloria, pero porteros como Marín la posibilitan.

La heroica

En un duelo más agónico a cada minuto, el Córdoba creyó y en una jugada ensayada -a 11 minutos del final- Diarra hizo el gol, el 1-0 y las 12.000 almas que poblaban la grada del Arcángel enloquecieron. No era para menos.
Pase lo que pase, en la víspera de la festividad de la patrona de España, el Córdoba demostró que ya no son 44, sino 41 los puntos que faltan para campeonar. Lo mismo no lo consigue pero, a día de hoy, es el mejor equipo del Grupo 1 y esto es de justicia decirlo.
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