Partido entre el Unionistas CF y el Córdoba CF

Partido entre el Unionistas de Salamanca CF y el Córdoba CFUnionistas de Salamanca CF

Las claves por las que el Córdoba CF se desangra

El equipo en caída libre desde el liderato a la cuarta plaza en menos de dos meses

El Córdoba CF atraviesa su peor momento en la última temporada y media. Si 2022 acabó con dos derrotas consecutivas, 2023 comenzó con un esperanzador triunfo al que han dado paso dos empates y dos derrotas, con el equipo en caída libre desde el liderato a la cuarta plaza.
Ante ello, ¿cuáles son las claves por las que el Córdoba CF se desangra? Los resultados son el reflejo de causas más profundas: en los últimos siete partidos el balance es de cuatro derrotas, dos empates y una victoria; cinco puntos de veintiuno posibles. Y una de las claves es la falta de gol. Los blanquiverdes (que llevan 35 goles en lo que va de campaña) solo han anotado cuatro en esos siete partidos y, en los últimos cuatro encuentros, no han marcado ni un solo tanto.
A esa sequía anotadora se suman los goles encajados. Y es que entre Alcorcón, Mérida, San Fernando, Balona, Sanse, Celta B y Unionistas los de Germán Crespo han recibido nueve tantos, contando que ni Sanse ni Unionistas le hicieron goles. Ese 9-4 le han costado al Córdoba dieciséis puntos.
A la pérdida de gol se suma la marejada que originó el mercado de fichajes, con jugadores pidiendo salir cuando apenas se vislumbraba la crisis. Un problema de vestuario que se supone resuelto con las seis salidas y seis entradas, aunque si la herida se ha cerrado se verá en las próximas semanas.

El vestuario

Finalmente, otra de las cuestiones podría estar en la gestión del grupo. A nadie escapa que, tras el partido ante la Balona, fue el propio entrenador el que señaló a uno de sus entonces futbolistas (Fuentes), lo que denotaba que los problemas eran relativamente graves. El director deportivo quitó hierro al asunto en un intento de sofocar el incendio, pero tras aquella rueda de prensa la realidad dicta que el Córdoba ha dejado de carburar.
Y es que, si hasta aquel partido, en las derrotas el cuadro blanquiverde mereció ganar ante Balona o Mérida, por ejemplo, no es menos cierto que los partidos ante el Sanse y el Celta B fueron desastrosos.

Gestión del grupo

Otra lectura diferente merece el del pasado domingo en Salamanca. Ahí, con las incorporaciones listas para jugar, Germán Crespo optó por un once tipo con la sola excepción de Caballero. Durante una hora de partido se vio al nuevo Córdoba que no es capaz de imponerse, a excepción de la doble ocasión (en la misma jugada) que tuvieron De las Cuevas y Casas. El resto de minutos fue algo mejor que ante el filial del Celta, pero con poca consistencia ante un rival que se supone bastante inferior.
Sin embargo, dos cambios (los recién llegados Villar y Camus) dieron la vuelta a la situación. Algo que habla bien del entrenador en ese momento del partido, pero no de su planteamiento inicial. Al margen de que jugadores como De las Cuevas no han brillado en mucho tiempo y otros se han visto relegados a cierto ostracismo, como son los casos de Kike Márquez, que nunca ha tenido continuidad, o el mencionado Fuentes cuyo segundo curso estuvo marcado por suplencias y minutos finales, hasta que pidió salir.
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