Fútbol
El punto débil que penaliza al Córdoba
«El año pasado también nos generaban bastantes ocasiones, pero materializábamos más y esos goles que concedíamos se tapaban un poco»
El número es 14, esa es la cifra de goles que han encajado el Córdoba CF en lo que va de campeonato de liga, tras 11 partidos disputados. Y de ese tanteo en contra, hasta en tres encuentros (frente a Ibiza, San Fernando y Ceuta) los blanquiverdes encajaron tres goles en cada uno de los mismos.
Con nueve goles (de los 14) recibidos en solo tres partidos, esa fragilidad defensiva ha lastrado al conjunto que dirige Iván Ania. El último se produjo ante el Ceuta (3-3), donde el cuadro cordobesista dejó escapar la victoria. Pero contra el Linares (0-1), los jienenses se llevaron la victoria del Arcángel con apenas una ocasión, mientras el Córdoba desperdiciaba un buen número de oportunidades.
Una debilidad que esta semana ha reconocido el propio guardameta del Córdoba, Carlos Marín. El arquero reconocía que «nos siguen penalizando mucho las ocasiones que nos hacen». Ante lo que reponía que «tenemos que seguir trabajando, porque no estamos satisfechos -obviamente- con la posición en la que estamos en la tabla. Somos autocríticos».
Marín reflexionaba, además, que «el año pasado también nos generaban bastantes ocasiones, pero materializábamos más y esos goles que concedíamos se tapaban un poco». E iba más allá al señalar que, «desde que estoy aquí, he sentido un poco esa sensación de que nos penalizan mucho las ocasiones que nos generan, porque somos un equipo muy ofensivo, pero es una tarea pendiente en la que tenemos que mejorar». Y manifestaba que «se ha visto semanas atrás, cuando hemos cerrado nuestra portería y defensivamente hemos sido fuertes, ha sido más fácil conseguir resultados».
Primer impulso
Sobre encuentros de ida y vuelta como el del Ceuta, el cancerbero concedía que «no nos benefician ese tipo de partidos, porque tenemos gente rápida arriba y, a veces, nuestro primer impulso es atacar de esa manera, pero, después, a la hora de volver estamos más desordenados y en las transiciones sufrimos». Y aseguraba que «estamos trabajando en ello» y confesaba que «no estamos contentos».