La potabilización del agua de la presa de La Colada se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para las administraciones implicadas. De hecho, el trasvase desde ese enclave a Sierra Boyera permute que en el Guadiato y en Los Pedroches salga el agua del grifo, pero no se puede beber.
Ante ello, los técnicos de Aguas de Córdoba (Emproacsa) han trabajado sin descanso durante los últimos meses para encontrar una solución al problema, como ha destacado el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes. Ha sido en una rueda de prensa, en la que el máximo responsable de la institución provincial ha estado acompañado por el delegado del Gobierno de la Junta, Adolfo Molina; y el jefe de servicio de Emproacsa, Gabriel Benítez; entre otras autoridades.
Precisamente Benítez ha sido el encargado de detallar las causas y el plan de choque que se va a llevar a cabo, para solucionar definitivamente la cuestión de la contaminación orgánica del agua de La Colada. En este sentido, el jefe de servicio ha desvelado que llevan «muchos meses analizando posibles soluciones».
Eso para revelar que el agua de La Colada «nos ha sorprendido de forma muy negativa». Es más, Benitez ha indicado que la misma no ha respondido a los sucesivos tratamientos que se le ha aplicado y ha repasado que se han hecho pruebas de ozono, pero ha reconocido que la «dosificación» que requería rozaba «lo imposible».
Niveles
Asimismo, Benitez ha insistido en que «no hay un agua igual que otra», lo que le ha llevado a informar que se ha contactado con expertos y ninguno había visto los valores de CO3 que tiene el agua de La Colada. En consecuencia, las soluciones son complejas y han llegado a la conclusión de que, para alcanzarlas, una de ellas pasa por «eliminar la ingente cantidad de materia orgánica», así como las algas que esta ha generado. De manera que hay que cambiar el propio sistema de un embalse cuyas aguas, hasta ahora, no se habían regenerado (movido), por lo que esa sería la raíz del problema.
Medidas
Ante ello, el jefe de servicio de Emproacsa ha enumerado cuatro medidas, que atenderían a un plan de choque para conseguir que el agua pueda ser consumida. La primera de ellas pasa por eliminar las algas, que han experimentado un «crecimiento brutal», aplicando equipos de ultrasonido, como ya se ha hecho en balsas y en espacios más amplios en otros países como Estados Unidos e Italia.
La segunda medida consiste en la oxidación del agua con dióxido de cloro. Este proceso se realizaría en un depósito intermedio entre La Colada y Sierra Boyera. La tercera consistiría en la cobertura de todos los recintos de la planta, de manera que sin luz las algas no puedan proliferar. Y la cuarta medida consistiría en la clarificación por flotación.
El plazo de ejecución será de unos seis meses y el presupuesto de cuatro millones de euros. Posteriormente, ya se ejecutarían otras medidas, menos urgentes, de cara a la ampliación de la planta.
Hoja de ruta
Por su parte, el presidente de la Diputación ha remarcado el trabajo de los técnicos, a los que ha agradecido su dedicación y, muestra de ello, ha sido la presencia de los mismos en la comparecencia. Fuentes ha abundado en la necesidad que hay de dotar a este problema de soluciones «muy técnicas, sostenibles en el tiempo y ciertas».
Asistentes a la rueda de prensa sobre las soluciones al problema del agua en el Norte de CórdobaDiputación de Córdoba
Asimismo, el máximo responsable provincial y también presidente de Emproacsa ha establecido una hoja de ruta que comenzará con la nueva potabilizadora de Sierra Boyera y el objetivo de que se realice la conexión entre Puente Nuevo y Sierra Boyera (en este sentido ha recordado el precedente de 1994). Esto sin olvidar que la solución pasa por realizar estas infraestructuras y que si llueve, no se aparquen. Toda vez que ha agradecido la la labor y sensibilidad que está teniendo la Junta de Andalucía.
46 millones
El delegado del Gobierno se ha solidarizado con los más de 80.000 cordobeses afectados por esta situación y ha resaltado la colaboración entre las dos administraciones. Esto para recordar que no se pueden salir del ámbito de sus competencias, ya que, en materia de agua, la mayoría son de las confederaciones hidrográficas (Guadalquivir y Guadiana) y dependen del Gobierno de España. Aun así, entre lo que se lleva y lo que vendrá, la Junta colabora con 46 millones de euros.