Los exseminaristas del curso 1961/62 del Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles y de San Pelagio han tenido este fin de semana una convivencia que comenzó con una eucaristía en la parroquia del Sagrario de la Catedral.
Terminada la ceremonia, que fue presidida por el integrante de esta promoción y canónigo penitenciario, Manuel Pérez Moya, se giró una visita a la calleja del Pañuelo, en plena Judería cordobesa.
Asistentes a la misa celebrada en la parroquia del SagrarioLa Voz
El almuerzo
Seguidamente, en el restaurante de la Federación de Peñas se celebró un almuerzo de confraternización al que asistió Pérez Moya acompañado de su hermano Fernando, así como familiares y las instituciones que se han unido a este acto de acción de gracias, por la recuperación de la salud tras la delicada intervención que tuvo que sufrir.
En esta convivencia ha estado representada la Agrupación de Hermandades y Cofradías, por Manuel Jiménez; el recién reelegido hermano mayor de la hermandad del Santísimo Cristo de las Penas, Rafael Francisco Moreno, acompañado por dos miembros de su junta de gobierno; los componentes del coro parroquial del Sagrario y la presidenta y tres miembros de la junta directiva de la peña Los Amigos de San Lorenzo.
Homenaje a Pérez Moya
Almuerzo en el restaurante de la Federación de PeñasLa Voz
En los postres, un integrante de esta promoción, Miguel Luis Vigara, agradeció la asistencia a este entrañable reencuentro y convivencia de los amigos y compañeros. Después, Antonio Nadales le hizo entrega a Manuel Pérez Moya de una artística placa recordatoria de este acto, y Tránsito Carriel también le entregó otro presente.
Tras este acto, Pérez Moya dio las gracias por las muestras de cariño y afecto recibido por parte de todos los compañeros del curso, y en especialmente en aquellas fechas tan especial vividas.
Por último, Vigara agradeció al gerente del Restaurante Federación de Peñas por el recibimiento tan grato que tiene con este grupo y el trato tan especial, tanto él como el personal a su servicio.