En obispo de Córdoba, en Picota-Perú

El obispo de Córdoba, en Picota-PerúAlvaro Tejero

Picota-Perú: «Como una prolongación de la diócesis de Córdoba»

Monseñor Demetrio Fernández escribe emocionado sobre su estancia en la misión de la Prelatura territorial de Moyobamba-Perú

«La visita a la Misión de Picota ensancha el horizonte de la vida, nos hace valorar lo mucho que tenemos e incluso nos sobra, y nos hace sensibles a las necesidades elementales de nuestros hermanos más pobres». El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, escribe en la carta pastoral de esta semana sobre su reciente visita a la misión diocesana de Picota, en la Prelatura territorial de Moyobamba-Perú, de la que dice que «es como una prolongación de la diócesis de Córdoba».
Una relación establecida desde el año 2010 por acuerdo del obispo prelado de Moyobamba y del obispo de Córdoba por el cual la diócesis de Córdoba atiende la parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro en Picota. «En estos más de doce años ha habido continuamente dos sacerdotes cordobeses en estancias sucesivas de cuatro años cada uno».
Monseñor Demetrio Fernández, en Perú

Monseñor Demetrio Fernández en la comunidad Nuevo Egipto, en PerúAlvaro Tejero

Sacerdotes que han dado lo mejor de ellos en la evangelización de aquella parroquia, que cuenta con cien comunidades diseminadas por la selva peruana. El obispo ha girado visita del 16 al 22 del pasado mes de enero a esta misión para continuar su viaje atendiendo así mismo el encuentro de sacerdotes españoles misioneros en Hispanoamérica, OCSHA, que se celebró del 23 al 27, en la que el prelado participó como enviado de la Conferencia Episcopal Española.
Destaca el prelado la presencia y «abundancia» de jóvenes y niños, hecho que contrasta con la vieja Europa «donde la pirámide de la población está invertida». «Precisamente la mayor riqueza de aquellas tierras es su gente joven con un gran futuro por delante». Pero no es una juventud confusa o perdida como suele ocurrir en gran parte de los países occidentales, sino una juventud con «deseo de Dios», y por tanto, con «hambre de evangelizadores que les lleven la Palabra de Dios y los sacramentos».
Monseñor Demetrio Fernández, en Perú

Monseñor Demetrio Fernández, en PerúAlvaro Tejero

Llegar a El Dorado

El obispo de Córdoba ha podido recorrer algunas de las cien cominidades que atienden en la actualidad los dos sacerdotes cordobeses que se encuentran allí. Y también pudo viajar hasta El Dorado, lo que supuso «toda una proeza por caminos intransitables». Hacía siete años que allí no llegaba ningún sacerdote, dice el prelado en su carta. Llegó el obispo de Córdoba y además pudo realizar nueve bautizos.
Además de los santuarios y templos que la diócesis de Córdoba ha construido allí, en ocasiones en lo más profundo dela selva, el prelado matiza que «hay toda una labor invisible y más importante de evangelización, de catequesis y de promoción humana, que hace que aquellas gentes conozcan a Jesucristo y su evangelio, que dignifica la persona humana».
Cartel de agradecimiento en la comunidad Nuevo Egipto

Cartel de agradecimiento en la comunidad Nuevo EgiptoAlvaro Tejero

Es este un «puente misionero» a través del cual Córdoba ha enviado grupos de jóvenes, seminaristas, cooperantes y sacerdotes. «La visita a la Misión de Picota ensancha el horizonte de la vida, nos hace valorar lo mucho que tenemos e incluso nos sobra, y nos hace sensibles a las necesidades elementales de nuestros hermanos más pobres», y concluye el obispo que «ellos nos enseñan lo felices que son con lo poco que tienen y nos ayudan a confiar en Dios que nunca falla».
Pueden leer la carta de manera íntegra en este enlace.
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