Celebración de la fiesta de San Pablo en la Casa de Cursillos

Celebración de la fiesta de San Pablo en la Casa de CursillosLa Voz

Los cursillistas festejan a su patrón, San Pablo

El colectivo agradece a los sacerdotes su «dedicación, cariño, ánimo y compromiso»

El pasado martes 31 de enero, se celebró la Conversión de San Pablo, patrón del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, con una eucaristía y ágape fraterno. A la fiesta celebrada en Córdoba asistieron sacerdotes, la escuela, los grupos de poscursillo y cursillistas con sus familiares.
La eucaristía fue concelebrada por sacerdotes colaboradores con el movimiento y presidida por el consiliario, Manuel Sánchez. En la homilía se destacaron puntos coincidentes entre la peregrinación de San Pablo a Damasco y la peregrinación de jóvenes mallorquines a Santiago de Compostela, origen del Movimiento de Cursillos. «Dios regala su gracia a todo el que quiera acogerla, para que impregne su vida y así lo reconoce María en su Magníficat, que por la gracia Dios, el poderoso hizo grandes obras en ella y San Pablo, que escribió su magníficat particular y quedó recogido en todas sus cartas», señalan.
Además, los asistentes fueron invitados a dejarse conducir por el Espíritu Santo siguiendo el lema de este año, «Sal, de tu tierra». Añaden que «estamos llamados a Salir de nuestra tierra, como el mismo Dios, que salió al encuentro del ser humano, en la persona de su hijo Jesús, para darse sin límites, por puro amor y nos espera con paciencia infinita para que habitemos tierras nuevas, todos juntos, acompañándonos los unos a los otros, en comunión fraterna, cada una su ritmo, cómo Dios disponga, libres de nuestras propias certezas, oscuridades y temores, respetando los tiempos de los que encontremos en el camino para que nada ni nadie pueda separarnos del amor de Dios».
Acompañó con su canto en alabanza a Dios el coro formado por un magnífico grupo de veteranos, con letras entrañables que movían a la oración, como «Las Miradas».
La presidenta, Yolanda Muñoz, hizo la acción de gracias de la eucaristía por todos los bienes recibidos y agradeció a los sacerdotes que «caminan a nuestro lado entregados en la misión de anunciar en los cursillos al Señor, con un obsequio, por su dedicación, cariño, ánimo y compromiso».
Al finalizar la eucaristía, los asistentes compartieron alrededor de las mesas saludos, vida, sonrisas, experiencias y los platos aportados con alegría para la cena fraterna, con el fin de celebrar la vida en Cristo, estar juntos y crecer en amistad y acercamiento dentro de la comunidad.
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