La clausura de los conventos tiene unos símbolos externos como recias puertas o rejas tupidas que indican que tras ellas hay una comunidad religiosa que libremente ha decidido consagrar su vida a la oración.
La exposición 'Ventanas al cielo, dentro de la clausura', que estará abierta hasta el 23 de julio, se compone de 61 fotografías realizadas por el colectivo de fotógrafos cofrades de Córdoba (Fococor) y se puede visitar en tres sedes. Hoy se ha inaugurado la del Patio de los Naranjos, en la Mezquita Catedral, donde se pueden contemplar 34 instantáneas todos los días de 08:30 a 19:00. En el patio del convento de San Rafael (Capuchinas) hay 12 fotografías expuestas de 09:30 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Por último, el palacete barroco del convento de Santa Cruz (Clarisas) tiene 15 fotos que se pueden ver los jueves de 11:00 a 12:00 y los domingos de 11:00 a 12:00 y de 19:30 a 20:30.
Estas imágenes muestran la vida interior de las once clausuras que han participado en esta iniciativa, que ha contado con el respaldo de la Diócesis de Córdoba, del Cabildo Catedral, así como de otras empresas.
Julián Iglesias, de Fococor, han informado de que los conventos que han abierto sus puertas a los miembros de este colectivo han sido los de la Encarnación (cistercienses), San Rafael (capuchinas), Santa Marta (jerónimas), Santa Cruz (clarisas), Santísimo Sacramento y la Inmaculada, Sagrado Corazón de Jesús y Beato Tito Brandsma (carmelitas calzadas) y Visitación de Santa María (salesas).
En la provincia, los cenobios que se han sumado a esta iniciativa son los de Santa Clara de Montilla (clarisas), Santa Ana de Montilla (concepcionistas), Santa Clara de la Columna de Belalcázar (clarisas) y Santa María de las Escalonias (monjes cistercienses).
El obispo, Demetrio Fernández, ha hecho referencia a la libertad que han tenido las comunidades para sumarse a esta iniciativa y ha agradecido «a las que han dejado entrar y también a las que no han dejado, porque nos han dejado en el misterio».
En opinión del prelado, esta exposición hace ver que en la clausura «hay un valor escondido y que por eso no deja de ser valor, como la entrega de toda la vida consagrada para la oración, la contemplación, el desierto, la vida retirada en favor de la humanidad».
El vicario general de la Diócesis, Jesús Daniel Alonso, ha agradecido a todos los que han hecho posible esta muestra, con el obispo en cabeza, que «asumió el proyecto con mucho entusiasmo», así como el Cabildo Catedral. A la vez, ha recordado que «todo arte verdadero tiene algo de religioso porque toca el corazón del ser humano».
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