María del Carmen Villarrubia recibe el premio Miguel Berni

María del Carmen Villarrubia recibe el premio Miguel BerniLa Voz

María del Carmen Villarrubia: «Estoy aquí gracias a Dios y al donante»

Esta trasplantada de los dos pulmones ha recibido esta semana el premio Miguel Berni

La celebración de la Semana del Donante busca cada año proyectar la importancia de este gesto solidario que, efectivamente, salva vida. España, con 46,3 donantes por millón de habitantes, es la nación con el índice más alto y esto hace que cada vez sea más frecuente conocer casos concretos tanto de donantes como de receptores.
Dentro de esta Semana del Donante, el Hospital Universitario Reina Sofía concede cada año los premio Miguel Berni, que llevan el nombre del primer transplantado en Córdoba. Entre los galardones concedidos este año destaca especialmente el entregado el pasado martes a María del Carmen Villarrubia, una maestra que en 1998 recibió, ya en código 0, los dos pulmones que necesitaba, ya que sufría una fibrosis quística.
Ahora se cumplen 25 años de aquel doble trasplante y aquella operación solucionó un problema, pero como reconoce el acta del jurado, aquel momento supuso para Villarrubia «el inicio de una vida de lucha contra la adversidad que la han obligado a pasar varias estancias largas en UCI y a superar un cáncer y vivir como paciente renal crónica en hemodiálisis, entre otras adversidades».

La ayuda de la fe

María del Carmen es optimista y sonríe al afirmar que «estoy aquí gracias a Dios y al donante». La fe que vive día a día ha jugado un papel determinante en su enfermedad. «Cuántas veces le he pedido a Dios que me ayude a luchar», recuerda, porque las últimas décadas no han sido nada fáciles.
Desde pequeña tenía claro que su vocación era ser maestra. Estudió en Magisterio de la Iglesia para ver cumplido su sueño, pero, por si fuera poco, también decidió ser catequista y así vincular su proyección docente y su fe.
El doctor Ángel Salvatierra, María del Carmen Villarrubia, su hija María y su marido

El doctor Ángel Salvatierra, María del Carmen Villarrubia, su hija María y su maridoLa Voz

Villarrubia era profesora de Religión, algo que le gustaba y hace unas dos décadas conoció a Tomás Pajuelo, párroco de Beato Álvaro, que, por cierto, había sido alumno de su padre en Peñarroya Pueblonuevo. «Le dije que quería ser catequista y entré con mi marido, que es un gran creyente», recuerda.

La otra familia, la de la parroquia

Así estuvo hasta que en la primavera de 2020 el covid lo paralizó todo. «Estos últimos años de la pandemia se complicaron y no puedo asistir, pero me siendo catequista y si Dios quiere volveré con mi familia, porque rezan tanto por mí que son como de mi familia», señala a la vez que ahora echa de menos a los niños que prepara para la Primera Comunión, con los que «me divierto y aprendo mucho de humanidad y de solidaridad, porque los niños son una sorpresa».
María del Carmen Villarrubia apunta que se emociona al ver las caras de los pequeños cuando ella les cuenta diversos pasajes de la Biblia. «Eso es fe», remata.
Sin quererlo, esta catequista trasplantada de dos pulmones ha creado escuela. Su hija Maria quiere también dar catequesis en Beato Álvaro, porque vive su fe acompañada de sus padres y «le encanta».
María del Carmen espera volver pronto a las clases y a la catequesis. Mientras tanto, y con el premio Miguel Berni recién recibido, quiere en esta Semana del Donante dejar un mensaje: «No te lleves tus órganos al cielo; el cielo sabe que los necesitamos aquí. Dona órganos, dona vida».
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