Monseñor Demetrio Fernández, durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

Monseñor Demetrio Fernández, durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen MaríaLa Voz

«La Virgen María nos aporta esperanza como Madre y Guía para crecer en santidad»

El Obispo de la Diócesis de Córdoba preside la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María en la Santa Iglesia Catedral

La Iglesia celebra hoy en el mundo entero la festividad de la Inmaculada Concepción, una fiesta grande en toda España dedicada a la que, junto a Santiago Apóstol es Patrona de la nación. El dogma de fe de que María había sido concebida sin pecado fue declarado por el Papa Pío IX en 1854, aunque esta creencia ya se remontaba a la Edad Media en nuestro país, donde instituciones civiles, eclesiásticas y públicas ya profesaban el voto de defensa de la Inmaculada.

En su homilía, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha recordado que «para que fuese Madre del Hijo Eterno, Dios elige a María y la preparó desde el primer instante de la concepción, que es cuando comienza a existir la persona. La persona es persona desde el mismo momento de la concepción». El prelado ha proseguido su alocución a los fieles afirmando que «Dios salió al paso librándola de todo pecado, incluso del Pecado Original, con el que todos nacemos sin haberlo cometido. Nacemos pecadores y somos liberados de él por medio del Bautismo, que es la fuerza de Cristo resucitado y redentor, que nos va transformando hasta llevarnos a la plena santidad».

El oficio religioso ha contado con el Coro Polifónico de a Santa Iglesia Catedral, acompañado por el organista Clemente Mata y una imagen de la Inmaculada, que fue portada por seminaristas, fue depositada junto al altar.

María, primer fruto de la Redención

En el caso de María, prosiguió el Obispo, «por privilegio singular, Dios la libró del pecado antes de contraerlo. Una gracia que nunca antes había recibido nadie. María es el primer fruto de la redención de Jesucristo».

«Se trata de contemplar a esta mujer bendita entre todas las mujeres, a esta mujer singular, como a la criatura más excelente, puesto que ha sido elegida por Dios para ser madre de su hijo Jesucristo», continuó.

"Esta verdad de Fe ha tenido en España especial apoyo y desarrollo a lo largo de los siglos y, por eso, bajo el título de La Inmaculada, María es patrona de España, junto a Santiago Apóstol. El Ángel la llama llena de gracia, que es sin sombra de pecado y, por tanto, Inmaculada.

Demetrio Fernández ha recordado las palabras de San Agustín: «María concibió primero en su mente y después en su vientre», demostrando que era una mujer creyente, con una vocación y una misión.

Por útimo, el obispo de la Diócesis de Córdoba recordó que el diablo tiene muchas maneras para engañarnos en cualquier circunstancia y que de ese engaño viene el pecado. «Por eso, mirar a María en este día de fiesta es un gran alivio y os aporta esperanza, como Madre y Guía para crecer en santidad. Si en algún momento tenemos dudas, miremos a María. Y veamos este día como acción de gracias por habernos dado esta madre, en la que se resume la esperanza del mundo entero».

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