
Salida en procesión de la imagen del Padre Cristobal
Crónica de una tarde de devoción en Córdoba: Dos procesiones, dos recuerdos
La imagen del beato Cristobal de Santa Catalina y las reliquias de San Juan Bautista recorrieron las calles de la ciudad
La tarde de Córdoba se vestía de solemnidad y fervor ante dos importantes procesiones que recorrían las calles de la ciudad. A las 17.00 horas, la Plaza del Padre Cristóbal acogió la salida de la procesión organizada por las hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno en honor al beato Padre Cristóbal de Santa Catalina. Desde la iglesia del Hospital de Jesús Nazareno, la imagen de este santo, tan especial para la comunidad nazarena, emprendió su camino por las estrechas calles del centro. La brisa, suave pero constante, acariciaba los rostros de los devotos que esperaban con ansias su paso, como si el mismo Padre Cristóbal quisiera bendecir la ciudad desde su procesión.
Acompañada por los sones de la Agrupación Musical Redención de Córdoba, la imagen recorría con solemnidad cada rincón de su itinerario: la Plaza del Padre Cristóbal, Yerbabuena, Buen Suceso, Arroyo de San Rafael... las calles se llenaban de aromas a incienso mientras el corazón marchaba con paso firme hacia el corazón de la ciudad. Entre los recuerdos y la devoción, los vecinos asomaban por las ventanas, haciendo eco de una tradición que se ha revitalizado en los últimos años.
La procesión avanzó por el Realejo, plaza de San Andrés y la calle de los Hermanos López Dieguez, para llegar finalmente a la Plaza del Padre Cristóbal, donde la imagen volvió a su templo, ante el aplauso y las oraciones de los fieles. Un ambiente de recogimiento y alegría se apoderó del lugar, alzándose entre la gente una clara sensación de fe compartida.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, en la majestuosa Catedral de Córdoba, la devoción no descansaba. A las 19.30 horas, se iniciaba la procesión extraordinaria por el 50 aniversario de la beatificación de San Juan Bautista de la Concepción. Desde el Patio de los Naranjos, las reliquias del santo salían al paso, acompañadas por el sonido vibrante de la Agrupación Musical Cristo de Gracia. La Catedral, testigo de tantos momentos de fe a lo largo de los siglos, ofreció su imponente fachada como marco para este acto de devoción y recogimiento.

Procesión de las reliquias de San Juan Bautista de la Concepción
El recorrido de esta procesión histórica era un homenaje al paso del tiempo y a la huella dejada por la beatificación de San Juan Bautista. Las reliquias cruzaron las calles de la Judería, atravesaron Deanes, Conde y Luque, Blanco Belmonte, hasta llegar a las emblemáticas plazas y calles de Córdoba, como las Tendillas y Claudio Marcelo. Los cordobeses, asomados a sus puertas o apostados a lo largo de las aceras, presenciaban con respeto y emoción el paso de las reliquias.
A medida que la noche se alzaba sobre la ciudad, la procesión avanzaba hacia el barrio de San Lorenzo, pasando por San Juan de Letrán y la plaza del Cristo de Gracia, hasta llegar a la parroquia de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio, donde las reliquias entraron cerca de la medianoche, culminando una jornada de fe, luz y tradición que quedará grabada en los corazones de todos los que tuvieron la suerte de ser partícipes de estos dos actos extraordinarios.
Córdoba, con su historia y su devoción intacta, volvió a mostrar su cara más espiritual, una cara que, a pesar de las generaciones, sigue transmitiendo el fervor y la pasión que han hecho de esta ciudad un referente de la religiosidad en el sur de España.