
El Santísimo Cristo del Amor, a su paso por el Puente Romano
Un Domingo de Ramos al que la lluvia intentó estropear en Córdoba (y no pudo)
Todas las hermandades retrasaron su hora de salida
Por muchas procesiones que haya en las denominadas vísperas, el Domingo de Ramos mantiene en su mano la llave que abre las procesiones de la Semana Santa. Se habrán visto muchos cortejos en los últimos días, pero cuando la cruz de guía de la Borriquita sale de la penumbra de San Lorenzo para bañarse en el sol de la plaza es el momento clave, tan definitorio como cuando cae en fin de año la bola dorada del reloj de la Puerta del Sol en Madrid.
El Domingo de Ramos es una jornada familiar distinta a cualquiera del resto de la Semana Santa. El ambiente que se vive esta mañana, de San Lorenzo a la Catedral, va a ser una constante que no se limita sólo a ver la procesión matinal del día. Muchos darán al mediodía animación a bares y tabernas, ya que la jornada vespertina empieza temprano y no hay tiempo que perder.
Otro carácter propio del día es el de la tradición civil de estrenar algo, lo que sea, con la finaldad a fin de cuentas de agilizar la economía. Hoy día se sigue estrenando, por supuesto, pero no es tan frecuente que sea la Semana Santa la que estrene una nueva junta de gobierno en la Agrupación de Cofradías, con Manuel Murillo al frente, que llega con una serie de proyectos y de cambios que ya se notan.
Y si hay un estreno que se repite todos los años y que es estreno porque siempre sorprende como si se viera por primera vez es la celebración litúrgica del día, de la ‘Dominica in Palmis’ en la Catedral cordobesa, con toda la grandeza que la ceremonia precisa y con el aditamento de la procesión por el Patio de los Naranjos, un lujo para los sentidos, con las vestiduras rojas, el hisopo, el órgano, el incienso, los cantos y las altas palmas de los canónigos, que escoltan la palma rizada del obispo, en la que se centran todas las miradas.
Pero este Domingo de Ramos, que arrancaba ‘comme il faut’, se veía trastocado por la tarde. Las primeras en plantar su cruz de guía en la calle veía que el cielo no les daba las garantías suficientes para que la procesión saliera sin riesgos. Ha habido retrasos en la salida e, incluso, cambio de orden en la entrada en la carrera oficial pero, y esto es lo importante, se pudo disfrutar de un Domingo de Ramos pleno, aunque alterado en los horarios.
La Borriquita
Realmente es el animal sobre el que va Nuestro Padre Jesús de los Reyes el epicentro de la procesión y de la hermandad a la que da su sobrenombre popular. Esta borriquita, de la que Manuel Estévez ha contado en las páginas de este diario que Juan Martínez Cerrillo se inspiró en Loli, la burrita que tenía Moisés, el hortelano del Colegio Salesianos.
Esta circunstancia no debe distraer al espectador de otros elementos de este cortejo que le otorgan una propia personalidad. Es corriente que en una procesión haya una representación formada por una o varias hermandades con las que se tiene algún tipo de vínculo. En este caso de la Borriquita lo destado es que el cortejo se abre con una representación no de nazarenos sino de esclavinas de otras hermandades, lo que es una hermosa manera de exteriorizar la hermandad existente entre la futuras generaciones en un tramo del cortejo donde prima la riqueza y la variedad de colores y de hábitos.
Las Penas de Santiago
Justo en el mediodía cambió por completo la meteorología en el Domingo de Ramos. Las dudas se hicieron presentes en el cielo y las primeras hermandades en salir a la calle tomaron la decisión de demorar el inicio de la procesión para hacerlo con seguridad. Esto fue lo que hizo la hermandad de las Penas de Santiago, que asomó la cruz de guía por la parroquia a las 17:00.
Este hecho no supuso que menguara la animación en la calle Agustín Moreno; al contrario, las aceras estaban cuajadas de gente como si nada pasara. Arriba, en el cielo, las nubes amenazantes dejaban ver unos intervalos de azul intenso que crecían conforme avanzaba el tiempo.
El reencuento que cada año se produce entre el Cristo de las Penas y su barrio es uno de los más intensos que se viven cada Semana Santa. Este calor que nota en el cortejo, en las aceras, en los balcones, donde se vibra con todo lo que tiene que ver con su cofradía.
El Rescatado
Este Domingo de Ramos ha quedado más que demostrada que la devoción de los cordobeses al Rescatado es de las más recias que se pueden encontrar. La plaza del Cristo de Gracia estaba llena de fieles con bastante antelación, cuando todo estaba en riesgo y todo podía suceder.
En esas primeras horas de la tarde la jornada vivía su momento de mayor incertidumbre porque las nubes en esos momentos no hacían presagiar nada bueno con el agua que comenzó a caer. La cofradía pide un retraso, la noticia corre por la plaza y nadie se mueve de su sitio. La esperanza de que al final todo se resolvería de forma positiva hizo que la animación ante la parroquia de Nuestra Señora de Gracia no descendiera lo más mínimo.
El cortejo se pone en marcha a las 17:20 y se adentra en el barrio de San Lorenzo en busca de la carrera oficial como si nada hubiera ocurrido, aunque, eso sí, han salido con un retraso que deben recuperar en gran parte antes de llegar a la Puerta del Puente.
La Vera Cruz
Estos retrasos en la salida por culpa de la amenaza de lluvia, hacen que se altere ligeramente el desarrollo de la jornada en la carrera oficial. La cercanía de la sede canónica de la hermandad de la Vera Cruz, que había salido a las 18:15, ha hecho que este cortejo llegara antes al palquillo de entrada, en sustitución de la hermandad del Rescatado.
Esta alteración ha pillado por sorpresa al público que no estaba informado de la misma y ha visto avanzar por la carrera oficial una cruz de guía que no era la prevista. Ademas, en esta ocasión, es la segunda vez que la hermandad del Campo de la Verdad ha salido en procesión el Domingo de Ramos en vez de en el Lunes Santo, que era su día habitual, lo que ha hecho incrementar su cortejo.
Otra alteración de este recorrido ocurrió en el regreso, cuando al llegar a la Cruz del Rastro, en vez de seguir por la Ribera camino del Puente Romano, optó por cruzar el Guadalquivir por el Puente de Miraflores para evitar algún posible parón en la Puerta del Puente y así regresar antes al templo. Así se anunció, pero al final tiraron por el Puente Romano.
La Esperanza
En San Andrés también se vivieron momentos de tensión cuando estaba prevista la salida de la hermandad de la Esperanza con algunos paraguas abiertos que hacían temer lo peor. Finalmente han salido a las 17:00 sin que en la plaza descendiera lo más mínimo la animación pese a la larga espera. A la hora de la salida ya no había nada que temer, el cielo con su tono azul se asomaba entre unas inofensivas nubes blancas y tranquilizaba los ánimos de quienes, tanto dentro como fuera del cortejo, querían presenciar en la calle la nueva bambalina de María Santísima de la Esperanza.
El sol en ese momento entraba como un chorro por la calle de San Pablo y los nazarenos se abrían camino de una carrera oficial en el estreno de un nuevo camino de ida que no pudieron probar el pasado año y que ofrece nuevos escenarios para esta cofradía, como es el entorno de la Trinidad, el Paseo de la Victoria, Doctor Fleming o Campo Santo de los Mártires.
El Amor
En la parte alta del barrio de Fray Albino sus rectilíneas calles dividían sus aceras entre unas de sol y otras de sombra, como en los toros. Quienes esperaban la salida de la hermandad del Amor se dividían entre unas y otras según sus preferencias. El barrio ha vivido su día grande, un Domingo de Ramos pletórico de animación después de un Sábado de Pasión en el que un inoportuno chaparrón caído entre las 20:30 y las 21:00 echó por tierra las ilusiones de las cinco hermandades que en ese momento estaban en la calle.
En este caso, en el Campo de la Verdad se esperaba la llegada de los tres pasos que salen de la parroquia de Jesús Divino Obrero y que cuando recorren esas calles de casitas bajas hacen que sus vecinos vivan un día de fiesta.
El Huerto
Al haberse retrasado toda la jornada debido a las prórrogas solicitadas por las primeras hermandades de la tarde, las puertas de la parroquia de San Francisco y San Eulogio no se abrieron hasta las 18:22. En ese momento no había riesgo alguno de inestabilidad atmosférica pero había que encajar la llegada de las procesiones a la carrera oficial y así evitar largos parones para entrar.
El cortejo del Huerto no defraudó en su estilo, aunque al ser la última en entrar en la carrera oficial percibió toda la alteración horaria de la jornada que, finalmente, brilló como un Domingo de Ramos normal pese al susto del agua en la hora de la siesta.