
Blanca Torrent, Gerardo Olivares y Julián Urbano, tras el pregón del mayo festivo
Gerardo Olivares invita al mayo festivo de Córdoba desde la nostalgia de la juventud
Torrent afirma que es el mejor ejemplo «de cómo sentirse cordobés y llevar a Córdoba en el corazón, aunque se esté a miles de kilómetros de distancia»
El cineasta Gerardo Olivares ha sido este año el encargado de abrir las puertas del mayo festivo con un pregón en el Gran Teatro, que ha llegado con una semana de retraso, ya que estaba previsto para el lunes pasado, por lo que ha tenido que cambiar de día y de escenario.
Olivares ha hecho un llamamiento muy claro y directo: «Cordobesas y cordobeses, dejadse ya de chuminás y de pegoletes, olvidaos por unos días del mundo y sus tonterías, porque en mayo Córdoba es la ciudad de la alegría». Con esta invitación ha cerrado un pregón en el que ha recorrido la ciudad de su juventud, la añorada desde la distancia y el disfrute de unas fiestas de mayo que, aún iguales, ya no son las mismas.
Así, por ejemplo, ha recordado la Feria de la Salud en su antigua ubicación del Paseo de la Victoria, «donde las casetas se escondían entre los árboles, y donde el aire olía a primavera y a alegría».
Este calendario festivo lo ha arrancado con la Cata del Vino, «celebrando que estamos vivos y coleando», para pasar después «saltando de Cruz en Cruz, perdiendo la voz y encontrándola otra vez entre sevillanas». Casi sin solución de continuidad «nos metemos en los Patios, donde hasta las piedras huelen a jazmín. Y rematamos en la Feria, bailando, riendo, abrazando, viviendo».
La Córdoba de su juventud
Olivares ha reconocido que lleva más de 40 años viviendo fuera de Córdoba y por eso todo el texto ha estado bañado en la nostalgia de la ciudad de su juventud que recuerda con infinidad de detalles que le dan vida y color. Era la Córdoba de los vespinos, de Disco 3, del internado en Campillos, de la Caseta del Círculo de la Amistad, del Granito de Oro, y de un Gran Teatro donde descubrió «el sueño de contar historias con imágenes».
Gerardo Olivares ha reconocido que aunque lleve muchos años fuera de Córdoba siempre termina volviendo a su ciudad «donde empezó todo» y donde, de nuevo, ambientará su nuevo proyecto cinematográfico: «Otro hecho real, la increíble historia de Manuel, un cordobés humilde que tiene una relación única con nuestro animal más emblemático; el lince ibérico, el fantasma de la sierra».
La presentación del pregonero
En la presentación del pregón, la concejal, Blanca Torrent, ha expuesto que Olivares es el mejor ejemplo «de cómo sentirse cordobés y llevar a Córdoba en el corazón, aunque se esté a miles de kilómetros de distancia y uno se haya pasado media vida viajando por el mundo para mostrarnos la belleza y singularidad de los rincones más lejanos del planeta».
Además, la edil ha subrayado que el mayo festivo es una sucesión de celebraciones, pero que en el caso del pregonero «también lo es de reencuentros con amigos y familiares para aquellos cordobeses, como Gerardo, que viven fuera pero extrañan estos momentos, estos días únicos en los que se puede sentir nítidamente la esencia, la raíz que nos une a todos los cordobeses».