Un toro mecánico cargando un palé de alimentos
Las donaciones al Banco de Alimentos de Córdoba decrecen debido al incremento de los precios de los productos
Según su presidente, Rafael Revuelto, «las personas cada vez tienen menor poder adquisitivo, lo que se traduce en que bajen las donaciones»
Finalizado el segundo semestre de 2025, el Banco de Alimentos Medina Azahara de Córdoba ya puede ofrecer las cifras relativas a alimentos recibidos y repartidos a las personas necesitadas de Córdoba y provincia. A treinta de junio ya se acerca al millón de kilos (50 camiones tráiler) los que han sido repartidos.
En total se han atendido 19.000 personas de las cuales 571 son niños de 3 a 15 años y 253 lactantes de 0 a 2 años. Son 179 las asociaciones asistenciales y de beneficencia las que colaboran con el Banco de Alimentos, las cuales son las encargadas de repartir estos productos entre las personas necesitadas que han sido derivadas por un trabajador social para justificar su demanda. Las actuales cifras permiten albergar la esperanza que las cantidades totales a final de año, serán muy parecidas a las del ejercicio anterior.
Las donaciones al Banco de Alimentos han ido bajando poco a poco, tanto en la Operación Primavera, en la que se recogió un 17 por ciento menos respecto al año pasado. También es cierto que la coincidencia con la Dana de Valencia ha influido. «Han sido momentos difíciles para todo el mundo y eso en los bolsillos se va notando. Cada vez los alimentos están más caros y las personas cada vez tienen menor poder adquisitivo, lo que se traduce en que bajen las donaciones», explica Rafael Revuelto, presidente del Banco de Alimentos Medina Azahara.
Gracias a los acuerdos existentes con las grandes cadenas de alimentación y distribución, cuando se producen mermas (alimentos próximos a caducar), hay una línea que poco a poco va ascendiendo y «hemos recuperado algo si miramos las cifras del año 2024. En cambio, si nos referimos a las grandes recogidas, sigue habiendo un desfase a la baja respecto al año pasado».
Productos procedentes de una Gran Recogida
La entrada de la tarjeta monedero supone también un problema, «ya que no la repartimos, es cosa de Cruz Roja, y la iniciativa debía haberse puesto en marcha ya y aún no ha sucedido y se va a demorar esa puesta en marcha. Sí es cierto que hay muchas personas a las que no se les ha entregado y desconocemos el motivo». Eso influye en el Banco de Alimentos, afirma Revuelto, ya que «cada vez son más las personas que acuden a nosotros y tenemos que reducir la entrega de kilos de alimentos respecto a lo que se venía entregando hasta ahora. Tenemos lo mismo. Venimos entregando un camión de leche al mes, que supone 20 mil euros. Nuestros recursos son los que son».
El presidente del Banco de Alimentos aclara que solo disponen de dos subvenciones: una del Ayuntamiento de 50 mil euros, «que en su momento era una buena subvención, pero se mantiene la misma cantidad desde antes de la pandemia y la verdad es que nos viene muy corto». Y otra subvención de la Diputación de 40 mil euros, que es para el funcionamiento del Banco. Lo demás proviene de donaciones, de las dos Operaciones Kilo que se hacen al año en establecimientos, las que se hacen en los colegios, distintos torneos deportivos y actos programados al efecto. Si no fuera por esta actitud tan solidaria, afirma, sería harto difícil llegar a cumplir los objetivos marcados.
Cambio del perfil del beneficiario
El Banco de Alimentos no entrega alimentos directamente a los beneficiarios, sino a las instituciones (Cáritas, comedores sociales, residencias de ancianos…), hasta llegar a 181 el año pasado. Por eso recomienda que los usuarios se acerquen a su Cáritas parroquial. Lo que sí es verdad es que cada vez se están acercando más personas que antes no se verían en esta circunstancia: familias con hipoteca, familias con cuatro miembros de los que solo uno aporta ingresos al hogar, «ven que su poder adquisitivo mengua progresivamente y que no llegan a final de mes».
«Ahora, en verano parece que los beneficiarios no comen», dice Revuelto. «Ahora baja todo, se van parando las donaciones y nosotros tenemos que estar ahí en la medida de nuestras posibilidades».
La próxima Operación Kilo tendrá lugar los días 7, 8 y 9 de noviembre y desde el Banco de Alimentos se espera una amplia respuesta por parte de los cordobeses «y esperemos que no haya ninguna catástrofe como la del año pasado con la Dana y podamos llenar nuestros almacenes de alimentos. Todo el mundo se volcó con Valencia y en la gran recogida pinchamos, porque la capacidad económica de las familias es la que es».
Cada vez que una persona hace una donación en caja, ese dinero se queda en depósito para cuando "vamos a adquirir alimentos, a un precio inferior, y nos viene ya paletizado», por lo que no hace falta un número de voluntarios tan alto como antes para manejar los productos.
El verano también es para la fruta
Dentro del programa FEGA Frutas y Hortalizas, este mes de julio el Banco de Alimentos Medina Azahara ha repartido 520 cajas de ciruelas y 104 de melocotón. La fruta procede de Acopaex, con sede en Badajoz y son en total 3.970 kilos de ciruela y 705 kilos de melocotón. Se trata de excedentes agrícolas cuyo transporte corre a cargo de la UE y la supervisión sanitaria de la Junta de Andalucía.
Fruta donada al Banco de Alimentos de Córdoba
Unas 60 entidades asistenciales y de beneficencia de las inscritas en el Banco son las que han acudido a recoger esta partida para repartirlo de inmediato entre sus beneficiarios de Córdoba y provincia