Desmantelan un centro de estética clandestino en Chamberí

Desmantelan un centro de estética clandestino en ChamberíPolicía Nacional

Desmantelada una clínica estética clandestina de Chamberí: ucranianas sin cualificar inyectaban productos caducados

Se hacían eco de tratamientos a un precio muy por debajo de lo habitual. Si normalmente el tratamiento de 'labios rusos' vale más de 1.200 euros, ellas la ofrecían a poco más de 200

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado un centro de belleza clandestino ubicado en el distrito madrileño de Chamberí, en el que se efectuaban tratamientos estéticos de forma ilegal, realizaban prácticas médicas sin ser personal cualificado y no cumplían las medidas establecidas para la conservación de las sustancias utilizadas en los tratamientos, ha informado este martes la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

La investigación se inició a finales del año 2024 cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de que en un establecimiento de estética y peluquería situado en la calle Vallehermoso se podría estar practicando tratamientos médicos y estéticos sin personal cualificado.

Utilizaban las redes sociales, especialmente Instagram, y aplicaciones de mensajería instantánea para publicitarse, enviando mensajes en los que se hacían eco de tratamientos a un precio muy por debajo de lo habitual. Si normalmente el tratamiento de 'labios rusos' vale más de 1.200 euros, ellas la ofrecían a poco más de 200.

Además, a través de esta publicidad, anunciaban que una de las detenidas, que residía habitualmente en el extranjero, estaría unos pocos días en España para realizar entre otros tratamientos. El conocido como 'labios rusos' consistente en realizar infiltraciones en los labios para lograr resultados estéticos naturales similares a los de las modelos rusas.

El día 6 de febrero los agentes practicaron la inspección del local, que figuraba como peluquería, junto con las autoridades sanitarias y laborales. Durante el registro, la mujer que se hacía pasar por médico y que estaba preparando la estancia para atender a una cliente, escondió entre su ropa un envase de toxina botulínica etiquetada en coreano. Además en uno de los cuartos había un diario escrito a mano en el que se explicaba paso a paso cómo realizar tratamientos estéticos.

Durante la inspección se observó que en una de las estancias había una trampilla cerrada con candado a la que se debía acceder gateando. En esta habitación había una pequeña nevera con envases de ácido hialurónico caducados que se encontraban a medio aplicar, hallando en ese mismo reservado gran cantidad de cajas, neumáticos de vehículos y hasta un contenedor de basura. Los productos venían de Corea del Sur y no se mantenía la cadena de frío.

Además, gracias al avance de la actividad investigadora, se tuvo conocimiento de que utilizaban las mismas jeringuillas para aplicar los tratamientos en distintas clientas.

Asimismo, los agentes descubrieron que a través de un canal de una aplicación de mensajería instantánea adquirían los productos que posteriormente iban a aplicar a las clientes. La mercancía llegaba al centro de belleza a través de empresas de mensajería sin que se guardaran las medidas sanitarias de frío exigibles para la conservación.

Por estos hechos, han resultado detenidas tres mujeres como presuntas responsables de los delitos contra la salud pública e intrusismo profesional, siendo puestas a disposición de la autoridad judicial.

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