Inés Domecq en la boda de Lucía Martín Alcalde y Santiago Benjumea.Jesus Briones

Moda

Las 3 nuevas tendencias para novias e invitadas

Después de medio siglo con estilismos similares para la etiqueta de las bodas, las cosas han cambiado. Tanto en España como en otros países europeos, son claras ciertas tendencias más relajadas y actuales, que quitan algo de seriedad a las bodas sin restarles un ápice de belleza. Enumeramos las nuevas tendencias más sobresalientes

1. Las alpargatas. Inicialmente se pusieron de moda en las celebraciones en el campo, entre invitadas jóvenes como Lady Amelia Windsor, que asistió a la boda de Lady Gabriella Windsor con un par de alpargatas de cuña en mayo de 2019. No quedarse clavadas en el barro ni el césped, bailar y pasearse con comodidad entraban entre los grandes deseos de cualquier invitada. Más tarde han sido Eugenia de York y numerosas celebridades y modelos internacionales las que se han unido a la tendencia, que ahora se lleva en fiestas de jardín e incluso en eventos de interior. Su comodidad y estética hacen que incluso las novias se estén apuntando a la moda de casarse con cómodas y estilosas alpargatas de yute o esparto, ahora que no hay reparos y se comienza a ver incluso a las invitadas más lanzadas con zapatillas de deporte.

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2. Las perlas. Muchos años bajo el “maleficio” de ser joyas gafe en las bodas, estas supersticiones para las novias parecen haberse desterrado. Teniendo en cuenta que los brillantes y piedras preciosas son más adecuados por la tarde/noche y no son protocolariamente lo ideal para bodas de mañana, ahora vemos como las princesas europeas recién casadas han optado por pendientes, diademas y detalles con perlas. Tal ha sido el caso, entre otras, de las hermanas María Astrid y María Anunziata de Lichtenstein y Luxemburgo, que se han casado recientemente luciendo pendientes largos de perlas en forma de lágrima y otras joyas similares. Las perlas, verdaderas o artificiales, pero preferiblemente de calidad, iluminan la cara y dan un aire de sencillez y pureza.

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3. Tocados sencillos. La naturalidad ha llegado también a los tocados. Tras una década en la que no ha faltado cabeza femenina sin sombrero en las bodas patrias, ahora parece prevalecer la sencillez del fascinador - más ligero y de menor tamaño -, del pill-box tan de Jackie Kennedy o de la simple diadema o felpa de tela o pedrería. Un ejemplo de que un sencillo tocado no resta un ápice de elegancia fue la diadema de lino negro con nudo central que Inés Domecq llevó a la boda de los Condes de Osorno acompañando a uno de los atractivos atuendos diseñados por ella para su propia colección.