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23 de abril de 2024

Los príncipes Daniel y Victoria, la Reina Letizia, el Rey Carlos Gustavo, el Rey Felipe VI la Reina Silvia y los príncipes Carlos y Sofía

Los príncipes Daniel y Victoria, la Reina Letizia, el Rey Carlos Gustavo, el Rey Felipe VI la Reina Silvia y los príncipes Carlos y SofíaGTRES

Ni tanto ni tan calvo

Los deslucidos estilismos del último día de la visita de los Reyes de España a Estocolmo

Tras una noche de gala de atuendos espectaculares, la recepción en nuestra Embajada de Estocolmo ha resultado algo gris

Después de un viaje intenso e interesante a Estocolmo, los Reyes de España han pasado allí su último día de visita oficial. La recepción ofrecida por los Reyes a sus anfitriones en la Embajada de España fue un impecable broche final, si bien poco lucido en cuanto a los estilismos de las protagonistas.
Exceptuando el atuendo de la princesa Victoria de Suecia, un modelo de escote y falda estilo años 50 en blanco y negro, muy New Look de Dior, los modelos de la Reina Letizia, la Reina Silvia y la princesa Sofía, parecían sacados de alguna boda de principios de los años 90. Tras una noche de gala de atuendos y accesorios espectaculares, esta recepción en nuestra fabulosa Embajada en Estocolmo ha resultado algo gris.
La Reina Letizia, correctísima y elegante, escogió un vestido de factura española con un diseño discreto y un escote tradicional en pico que le favorecía enormemente. No obstante, el color escogido era un verde/azul pardo que no le sentaba excesivamente bien, incluso teniendo en cuenta que se trata de una mujer bellísima. Con un largo muy de Reina y una silueta impecable, el vestido tenía unas extrañas costuras en la manga a nivel de los hombros y creaba unos pliegues irregulares en el frontal de la falda que –si bien recordaban a modelos de Saint Laurent de los 90– no resultaban del todo agradables al ser llevados a cabo en crepe.
La Reina Letizia, en su visita a Estocolmo en noviembre de 2021

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Es curioso que se trate de un modelo a medida, ya que no lo parecía. Quizás el motivo fuese que sus artífices son las creadoras del dúo sevillano Cherubina, conocidas más bien por sus tocados que por su ropa de costura. Del mismo modo que la diadema naranja de tela que Doña Letizia llevó un día antes fue muy lucida y también era obra de Cherubina, este atuendo no sentaba bien a la Reina. Zapatero, a tus zapatos.
Por su parte, la Reina Silvia escogió un traje sastre en color gris/lila, de falda recta y chaqueta de encaje, muy al estilo de las invitadas a las bodas de finales de los años 90. Su nuera, la princesa Sofía, eligió un extraño modelo drapeado que la hacía parecer el duende de una lámpara de Aladino: se trataba de un modelo marrón drapeado en el que la base, junto a los tobillos, era mucho más ceñida que el resto del vestido. Además, combinó el modelo más «de noche» de todo el grupo con zapatos de cuero claro y un bolso bandolera en vaquetilla natural, ambos poco adecuados para la tarde/noche sueca.
Los príncipes Daniel y Victoria, la Reina Letizia, el Rey Carlos Gustavo, el Rey Felipe VI la Reina Silvia y los príncipes Carlos y Sofía

Los príncipes Daniel y Victoria, la Reina Letizia, el Rey Carlos Gustavo, el Rey Felipe VI la Reina Silvia y los príncipes Carlos y SofíaGTRES

En cuanto a los accesorios, la mascarilla siguió ausente, ya que en Suecia se puede evitar si se guarda una distancia prudencial de seguridad. La Reina Letizia y la Reina Silvia coincidieron en los pendientes en forma de lágrima en gris, si bien en el caso de la esposa de Carlos Gustavo se trataba de perlas, acompañadas de un collar y un broche de otras tantas en tono natural. En el caso de Doña Letizia se trataba de piezas realizadas con brillantes grises de la marca Grisogono, un invento de Fawaz Gruosi, exmarido de Caroline Scheufele, copropietaria de la joyería Chopard junto a su hermano.
La Reina Letizia y la Reina Silvia, en ala recepción en la embajada española

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Grisogono, que nunca fue muy conocido más allá de Suiza o de las reuniones de señoras en los Emiratos, ha vuelto de nuevo a manos de Gruosi, quien salió por la puerta en 2012, cuando vendió la marca Isabel Dos Santos, la africana más rica del continente e hija del expresidente de Angola. Tras su divorcio de Scheufele, Fawaz Gruosi tocó «pasta» y recompró la parte de Grisogono que inicialmente había pertenecido a Chopard. 
Lo que no se le puede reprochar a Gruosi –mitad italiano, mitad libanés– es su capacidad comercial y sus dotes para convertir algo nada valorado (los diamantes negros), en una apuesta a la moda. Para el que le guste, claro.
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