Gastronomía

Donde nace el genio (culinario)

El chef José Andrés vuelve a demostrar que por encima de su talento está la persona y se vuelca con los que más lo necesitan

La pregunta clave es dónde, pero también es cómo y además importa el cuándo. Complejo. Porque desde luego, no es lo mismo inventar el tenedor en el esplendor del imperio bizantino que tratar de convencer al personal de que es una invención del siglo XX. Tampoco es lo mismo el eureka de la primera carne a la brasa (por supuesto paleolítica) a que alguien sugiera que los asadores castellanos son la cuna del choto a la brasa. Es decir, que hasta los tiempos importan ¡y mucho! en esto de las gastronomías.

Si me permiten, casi como filosofía de andar por las cocinas, la vida es más una thermomix que una batidora monomando. Con frecuencia sucede todo, a la vez en un impetuoso torbellino, y las cosas no son plácidas ni fáciles y hay que vivir con ello, con esa sensación de estar en el centro de un maremágnum que lo termina aglutinando todo. Y cómo no, la alimentación es cada día base de todo, espléndida demostración muchas veces del genio, del ingenio, de la capacidad de entrega en los momentos difíciles. Más de tres semanas lleva el volcán de la Palma rugiendo, tantas semanas como dificultades de la población, como asombro de los científicos del mundo entero, como incredulidad de todos ante el espléndido estallido de la tierra. Tantas semanas como José Andrés entregado a la labor de ayudar en lo que puede, que es dando de comer a los afectados.

Así, en esta batidora compleja que es la vida, las catástrofes, las calamidades, la ayuda, la alimentación, se entretejen y dan lugar a esos recónditos momentos en los que nace el genio. Y el genio es en este caso el cocinero español José Andrés. Qué capacidad de ayuda, qué temple y qué entrega la del cocinero, porque el genio también es la humanidad, es el granito de arena que se destina a hacer un mundo mejor. Esta es la historia de la alimentación que vivimos en directo, que hoy es periodismo y que será historia en unos años: cómo un genio que se dedicó a hacer cocina se ha terminado convirtiendo en el ejemplo de toda una sociedad. En un modelo para todos que hasta quizás sea una de las pocas cuestiones en las que muchos estamos de acuerdo, lo que tiene un gran mérito en una sociedad como la nuestra en la que tanto escasea la ejemplaridad.

La entrega del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021 a José Andrés, dentro de muy pocos días, es un reconocimiento a la capacidad del genio, a su esfuerzo y a su altruismo. Uno se siente doblemente honrado por tener en su país unos galardones de esta categoría y a un premiado que se vuelca con los demás en las ocasiones difíciles. Que es cuándo hay que estar.

En esta batidora, premios, premiados, necesidades, ayuda, alimentación e historia conviven y se mezclan acertadamente, proporcionándonos la confianza de que sí, de que aquí ha nacido un genio, y no sólo de la cocina, sino del saber andar por el mundo. Mi enhorabuena y mi respeto a José Andrés.