Valle de Arán
Viajes
Valle de Arán: ruta por los mejores pueblos pirenaicos
Entre entornos pintorescos y una naturaleza desbordante para el senderismo se alza esta zona de montaña
El Valle de Arán está formado por 33 pueblos que albergan algo más de 10.000 habitantes. Habitualmente asociado a la temporada de esquí, merece la pena conocerlo también en cualquier otra época del año. Recorrerlo significa descubrir sus característicos pueblos hechos de piedra, madera y pizarra, disfrutar de sus rincones más escondidos, de sus iglesias y de su patrimonio artístico en medio de la espectacular belleza de su intensa naturaleza. Es una experiencia especialmente única en los cinco siguientes.
Vielha
Vielha es la capital de valle y donde vive el 40 % de su población total. Ubicado a orillas del río Garona, constituye el centro neurálgico del Valle de Arán. De ahí que no solo ofrezca un patrimonio cultural y paisaje sin igual, sino que también destaque por su gran oferta gastronómica, comercial y de ocio, como sus dos museos –el Etnológico y el de la Lana– y la iglesia de San Miquèu, rematada con un esbelto campanario de pizarra.
Vielha
Bossòst
Pasear por sus calles es todo un placer para los sentidos mientras nos deleitamos con las construcciones de arquitectura Románica Aranesa tan típica del lugar. En su recorrido se pueden visitar las llamadas 7 Ermitas de Bossòst. Cuentan que hubo una época, hacia el siglo XIX en que la peste amenazaba los pueblos de esta zona.
Un buen día un pastor de Bossòst subía con su rebaño a los altos pastos y encontró un monje al que le comentó el miedo que tenían los vecinos al contagio de la enfermedad. El eremita le dijo que bajara al pueblo a decirle a la gente que debía construir siete ermitas alrededor de la población para protegerse.
Río Garona en Bossost
Arties
Dar un paseo por su maravilloso casco urbano tiene un encanto especial muy típico de la alta montaña, con sus calles empedradas entremezcladas con los dos ríos que cruzan la localidad: el Garona y Valarties. De hecho, el nombre de Arties, de origen vasco, significa «llano entre dos aguas». Tan peculiar como rincones fluviales es la Iglesia de Santa María, conocida por conjugar tanto en su exterior como interior varios estilos arquitectónicos, algo bastante inusual. Mientras la nave es románica, la torre, de cinco pisos, esconde rasgos del gótico.
Delante de la iglesia se levantan los restos del castillo de Arties o Entrasaigües. Está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional y sus vestigios corresponden al portal norte del castillo, documentado en 1283 durante aquellos episodios bélicos con Francia, aunque debe ser anterior. No hay que olvidar tampoco la Casa Portolá o la Plaza Urtau.
Arties
Unha
Situado en un montículo y al pie del escarpado Pui d’Unha, con una espléndida vista del valle y el glaciar y picos de La Maladeta, este pueblecito cercano a Salardú es uno de los que mejor ha resistido el paso del tiempo. Pese a ser tan pequeño, Unha posee un importante patrimonio, como la Iglesia de Santa Eulalia, del cual destaca su campanario octogonal, que data de finales del siglo XVIII.
El templo guarda además valiosas pinturas románicas y góticas. En esta casa se ubica actualmente el interesante Museo de la Nieve, mientras que en su iglesia se descubrieron los frescos de un maravilloso pantocrátor en los años 90. Dejando atrás la iglesia a la entrada del pueblo, puedes admirar un pequeño edificio construido en 1580, la Casa Fuerte de Unha.
Unha
Salardú
Al igual que Arties, es uno de los pequeños núcleos de población que conforman el municipio de Alto Arán. De su pueblo destaca visitar su plaza mayor que invita a sentarnos en uno de sus bares y disfrutar de la tranquilidad del lugar. Desde este punto podemos callejear y descubrir todos los rincones que Salardú nos tiene preparado, así como visitar la Iglesia de Sant Andreu a escasos metros de la propia plaza, de estilo románico y levantada en el siglo XIII.
Iglesia románica de Sant Andreu en Salardú
Cuenta con más de una docena de restaurantes donde degustar su comida tradicional aranesa como es la Olla aranesa o el Civet de senglar. Es un importante punto turístico, ya que, a su gran atractivo, se le suma el hecho de que, a tan solo 4 kilómetros, se halla la estación de esquí de Baqueira Beret.
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