Domi Vélez, el mejor panadero del mundo 2021
Gastronomía
El mejor panadero del mundo está en Sevilla
Desde El Horno de Vélez, en Lebrija (Sevilla), Domi Vélez se corona como el mejor artesano de pan
Desde 1990 El Horno de Vélez (Lebrija, Sevilla), realiza pan artesanal, lo que los propietarios llaman panes de autor. Con los años han ido evolucionando en la elaboración de los mejores productos artesanales de pan. Sin aditivos ni elementos artificiales, todo de forma natural y utilizando su pieza clave: un buen horno. De esta manera y sin dejar de trabajar día a día, Domi Vélez, el último miembro de la familia, de una larga generación de panaderos, se ha convertido en el Panadero Mundial del Año, según la Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros (UIBC) ha comunicado en su gala anual, celebrada telemáticamente en Múnich.
No es solo una barra de pan, es el elemento que acompaña en cada mesa, que mejora un plato, que te quita el sabor de una guindilla. Es una pieza fundamental en cualquier comida a quien nadie le dice que no, o casi nadie. En todas sus formas y sabores, el pan es un producto único que nunca pasa de moda y siempre es bienvenido. El arte de un panadero se basa en el trabajo duro, con horarios imposibles y solo dos festivos al año, lo que demuestra que son esenciales.
El buen panadero es el que firma un compromiso con un oficio riguroso donde se necesita precisión para realizar piezas minuciosas. En palabras del propio Domi Vélez, la forma de hacer pan en su familia «es trabajar con la misma pasión para crear un pan diferente» según explica en su página web.
El funcionamiento de El Horno de Vélez es único y especial, transformándose en un auténtico laboratorio. «Experimentamos con todo tipo de ingredientes para conseguir la mezcla perfecta. Creamos nuestro pan artesano en Sevilla, cuna de grandes civilizaciones de las que hemos aprovechado algunos de sus ingredientes más característicos en nuestras recetas. Todos nuestros ingredientes son funcionales que cumplen una misión».
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El pan, aunque a veces es quitado de nuestra alimentación por el nutricionista, es un producto saludable que aporta muchos beneficios para nuestro cuerpo. Es saciante, nutritivo, tiene vitaminas y mejora el tránsito intestinal, entre otras de sus virtudes. Si a todos estos beneficios se le añade el buen hacer de un artesano de pan encargado de, en horas intempestivas, elaborar con mimo y cuidado este manjar, el saborearlo se convierte en uno de los placeres de la vida.
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