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19 de abril de 2024

Dos mujeres pasean con sus hijos por el parque

Dos mujeres pasean con sus hijos por el parqueEuropa Press

Ayudas 

Familias Numerosas pide que el Estado cotice por las madres y padres en los paréntesis laborales por cuidado de hijos

El objetivo es garantizar una cotización en el tiempo en que los padres se dedican al cuidado de los hijos en periodos de cinco años

La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) ha pedido al Gobierno que asuma las cotizaciones a la Seguridad Social de los padres y madres de familia que durante un tiempo dejan de trabajar por cuidado de hijos, para garantizar una cotización mínima de 15 años que les permita acceder a una pensión contributiva.
La propuesta de la FEFN consiste en garantizar una cotización de ese período a los progenitores, distribuida en períodos de 5 años para cada uno de los progenitores que se dediquen al cuidado de los hijos (un total 10 años entre los dos) y 5 años adicionales para distribuir libremente entre ambos. Plantean que los 5 primeros años sean de disfrute obligatorio para cada uno de los progenitores y el máximo a percibir para un mismo progenitor sea de 10 años.
Con esta medida, la FEFN pretende «acabar con la discriminación y la situación de abandono que sufren miles de padres y madres que a menudo tienen que abandonar el trabajo durante un tiempo por temas familiares, lo que supone renunciar a unos ingresos, pero también lleva implícita la pérdida de tiempo cotizado de cara a la pensión de jubilación».

Se pierden años de cotizaciones

Aunque esta situación la puede sufrir cualquier padre o madre de familia a partir del primer hijo, la federación advierte de que se da particularmente en las familias numerosas, donde hay «más cargas familiares» y en ocasiones se decide que uno de los padres deje por un tiempo el trabajo para ocuparse de los niños.
Además, la FEFN puntualiza que es la mujer la que suele asumir ese papel de cuidador, renunciando total o parcialmente a su empleo, con la consiguiente pérdida de ingresos y de derechos en la hucha de las pensiones.
«El trabajo que se hace en casa y con los niños no está reconocido como trabajo, ni está remunerado, con lo cual no cuenta como trabajo. Como no se está pagando a la Seguridad Social también se están perdiendo años de cotizaciones, lo que tendrá también su efecto en la pensión. Aunque luego vuelvas a trabajar, si es que puedes reengancharte, muchas ya no llegan al mínimo de cotización para tener una pensión contributiva mínima», ha explicado el presidente de la FEFN, José Manuel Trigo.

Reconocer el trabajo invisible

Por ello, la medida que plantean pretende, precisamente, reconocer el «trabajo invisible» que realizan en casa y con los niños miles de personas, sobre todo mujeres, y «compensar adecuadamente esta importante labor social que desarrollan y por la que no solo no se ven reconocidos, sino que son penalizados».
La medida que plantea la FEFN ha sido fruto de un estudio de investigación realizado por la Universidad de Vigo, con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en el que se analiza el impacto de algunas medidas de apoyo a las familias y familias numerosas, con el fin de mejorar su reconocimiento económico y social.
Según la federación, el estudio señala la viabilidad de este sistema de cotización y el escaso impacto económico que tendría sobre las arcas del Estado, ya que supondría ir aportando a la Seguridad Social durante unos años, pero sin ningún desembolso a corto y medio plazo, solo en el momento de la jubilación.

Un coste mínimo

En cuanto al coste que tendría la medida para la Seguridad Social, con un planteamiento de mínimos, el estudio precisa que se concretaría en una aportación mensual de este organismo de 278,9 € a favor de la persona que está cuidando de sus hijos y que la recibiría en el momento de su jubilación.
Con esa cantidad, le permitiría acumular un derecho a percibir, siempre y cuando complemente con 5 años adicionales de cotización, una pensión de 404,7 euros mensuales en 14 pagas. Además, limitando a 10 años este derecho de cotización se anima a la reincorporación al mercado laboral.

Las mujeres son las peor paradas

El informe pone de manifiesto la brecha de género en las pensiones. En concreto, destaca que las mujeres se sitúan en una posición de desventaja porque la tasa de actividad femenina es menor en 10 puntos porcentuales a la de los hombres (54,3 % y 64,3 %, respectivamente, según la Encuesta de Población Activa del INE, relativa al tercer trimestre de 2021). Además, triplican el porcentaje de empleo a tiempo parcial (6,4 % de los hombres frente al el 21,7 % de las mujeres).
Del total de personas que responden que tienen esa jornada laboral por «la necesidad de atender a su familia, sobre todo para cuidar niños o adultos enfermos, incapacitados o mayores», el 93,9 % son mujeres (275.300 en 2020, según datos del Ministerio de Igualdad, a partir de la EPA-INE).
«Todo esto hace que tengan salarios menores y bases de cotización menores que condicionan la pensión; si a ello sumamos los paréntesis laborales que hacen muchas madres hasta que los niños crecen, nos encontramos con que muchas mujeres llegan a la jubilación en una situación de clara desventaja, aunque hayan trabajado toda su vida, parte fuera de casa (antes de tener los niños o cuando éstos ya son mayores) y parte dentro», ha explicado el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo y uno de los autores del estudio, Alberto Vaquero.
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