Maternidad
Qué es un embarazo de alto riesgo y cuáles son los factores que lo provocan
El estilo de vida o distintas afecciones de salud que la madre pueda parecer influyen de manera definitiva en su salud y en la de su hijo
el embarazo, como proceso natural que atraviesa el cuerpo de la mujer y para el que nace preparada, suele suceder sin mayores complicaciones. Nueves meses en los que se gesta en el interior del útero materno una nueva vida.
Sin embargo, a medida que este va avanzando, pueden surgir dificultades que pongan en riesgo la salud o la vida de la madre o del hijo que espera y que aumente también la probabilidad de pasar un parto complejo. Esto es lo que se conoce como embarazo de riesgo, que a menudo requiere de una atención médica mucho más exhaustiva y un protocolo más individualizado de seguimiento de la gestación.
Las complicaciones que puedan sobrevenirse –como la diabetes gestacional, el aumento de la presión arterial de la embarazada– no son lo único que causan un aumento del riesgo para la salud de la gestante y el embrión. Existen otra serie de factores de riesgo que el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD) resume en:
- Afecciones de salud ya existentes: las mujeres con hipertensión, obesidad, diabetes y síndrome de ovario poliquístico son más propensas a llevar embarazos de alto riesgo, pero también las que padecen enfermedades autoinmunes, VIH o sida.
- Gestaciones múltiples: las gestantes de gemelos, mellizos, trillizos o más tienen más probabilidades de tener partos prematuros y de que los bebés nazcan con un peso más reducido.
- Edad de la madre: los embarazos adolescentes, al igual que los que se dan en mujeres mayores de 35 años, suelen conllevar mayores complicaciones, como preeclampsia – presión arterial alta.
- Estilo de vida: fumar, beber alcohol o el consumo de drogas, antes y durante la gestación, aumenta el riesgo de que esta presente riesgos añadidos.
¿Se puede prevenir? ¿Y tratar?
Reducir la probabilidad de un embarazo de alto riesgo es posible, por ejemplo, en todo aquello que involucra las conductas y el estilo de vida de la madre. Dejar de fumar, no consumir bebidas alcohólicas ni drogas, entre otras acciones.
En cuanto al peligro que procede de distintas enfermedades, en ocasiones se puede tratar, siempre que no esté contraindicado para el embarazo. La diabetes gestacional es tratable con la ayuda del médico y cambios en la dieta. No obstante, un modo de vida saludable y una alimentación variada y equilibrada, antes y durante el embarazo, parece ser la mejor manera de que los nueve meses de gestación y el parto se desarrollen de manera normal.
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