La nueva campaña de Juegaterapia pone de relieve el papel de los hermanos en el cáncer infantil
Sus hermanos: el gran apoyo de los niños enfermos de cáncer
La Fundación Juegaterapia ha lanzado la campaña Los hermanos también curan, para poner de relieve la importancia de que la familia permanezca unida durante el tratamiento
«Lo mejor de mi hermana es que está siempre apoyándome para estar yo animada». Esta es una de las frases que se pueden escuchar en la nueva campaña de la fundación Juegaterapia, Los hermanos también curan, que ha apostado por poner de relieve la importancia de las familias que pasan por estas situaciones.
«Mi persona favorita es mi hermana», «juega conmigo a un juego secreto» o «si pudiera pedir un deseo sería que mi hermana se curara» son algunos de los emblemas de esta nueva acción para dar cobertura y ayuda al niño enfermo de cáncer y a sus familias. «Los hermanos son un gran sostén y apoyo en la vida, mucho más si la familia pasa por un proceso complicado como es una enfermedad grave. Su cariño, su empatía y su complicidad son la mejor de las medicinas para ese peque enfermo que no puede salir del hospital», explican desde la fundación en un comunicado.
«La labor de los hermanos es insuperable. Aprenden a dar un paso atrás y ceden toda la atención que cualquier niño necesita, a sus hermanos. Todos ellos coinciden en que su mayor deseo es que sus hermanos se recuperen y se pongan buenos. Por eso, desde Juegaterapia se les queremos dar valor dar valor a través de un homenaje lleno de cariño donde se puedan sentir protagonistas», señala Mónica Esteban, presidenta y fundadora de la Fundación, quien lleva 12 años visitando hospitales.
«Pronto detecté la necesidad de facilitar la presencia de los hermanos en el hospital, para compartir todos los procesos derivados de la enfermedad y también compartir espacios. Ello nos ayudará para el abordaje de la enfermedad y la adaptación y mejor tolerancia del tratamiento, incluido el manejo del dolor, criterio prioritario en el manejo de los niños. Dolor no solo físico, sino psicológico derivado del aislamiento, de la pérdida de su vida anterior por las frecuentes visitas al hospital», explica Pilar Herreros López, jefa de Atención al Paciente del Hospital Infantil Niño Jesús.
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