Fundado en 1910

16 de abril de 2024

Una madre y su hijo, de camino al colegio

Una madre y su hijo, de camino al colegioPexels

¿Qué beneficios tiene para los niños ir al colegio caminando?

Dar un paseo de camino al centro hace que los alumnos lleguen más motivados y despiertos, por lo que su rendimiento académico será mejor

Algo tan sencillo y a la vez tan complicado en las ciudades de hoy es poder ir andando al colegio o al trabajo. Es un lujo que aparentemente solo algunos afortunados pueden permitirse, pero Ferrán Campillo López, secretario del Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría, no está de acuerdo, y explica que la mayoría de los niños españoles viven de media a un kilómetro del colegio.
Por el contrario, una gran parte de la población infantil en España vive en una situación de sedentarismo y exceso de peso. Solo 1 de cada 3 niños realiza ocio activo, es decir juega moviéndose, pero uno de cada cinco sufre obesidad, según el informe de Save The Children titulado Adiós a la dieta mediterránea: nutrición y hábitos saludables de la infancia en España.

Los diabéticos del mañana

«Los niños con estos hábitos, con esta composición corporal, son los diabéticos del mañana, son los adultos con riesgo cardiovascular, infarto, ictus…», sentencia Campillo. Pero de una manera sencilla estos datos podrían revertirse e incluso prevenirse. En vez de coger el coche o el autobús cada mañana, ir caminando al colegio aporta a los niños una parte de la dosis diaria de ejercicio físico, mientras que ir en bicicleta, dos terceras partes de la actividad física recomendada por la OMS para los niños.
Ir en bicicleta podría representar dos terceras partes del ejercicio físico recomendado

Ir en bicicleta podría representar dos terceras partes del ejercicio físico recomendadoPexel

Pero no solo la salud física puede beneficiarse al dar un paseo mañanero antes de las clases. Los niños van más despiertos y motivados tras realizar ejercicio físico, por moderada que sea, que aquellos que van en coche. Esto se traduce en mejores escalas de atención y por ende, en mejor rendimiento académico.
No obstante, hay que tener en cuenta que no solo tiene beneficios sobre la propia salud del niño y de sus padres al acompañarle, sino también sobre la del barrio. La familia disfruta de un rato de compañía y conversación, quizá difícil de encontrar en la vorágine de las rutinas, y el coche se queda en el garaje, por lo que el tráfico disminuye y con ello la contaminación ambiental y la calidad del aire alrededor de las escuelas.

No se sabe porqué

«Todavía no se comprende el mecanismo porqué ocurre», dice Campillo, y lo que no se entiende es cómo la contaminación alrededor de los centros educativos afecta negativamente al rendimiento escolar de los alumnos, pero así es. «En los primeros mil días del niño, e incluso antes de que haya nacido, hay un crecimiento cerebral muy acelerado», explica el secretario del Comité de Salud Medioambiental. En esta etapa, la polución, los químicos o el humo del tabaco pueden truncar el neurodesarrollo. «Se sabe que los niños que viven en barrios con más contaminación presentan peores puntuaciones en escalas de atención, en desarrollo cognitivo e incluso en rendimiento académico», aclara Ferrán Campillo.
Y para que pueda ser una realidad, desde el comité preguntan a las familias porqué no lo hacen. La mayoría de las respuestas, cuando a las bicicletas es que los padres no se sienten seguros por el tráfico, pero en la balanza puede pesar más algo tan necesario para el desarrollo de un cerebro sano como es pasar tiempo bajo la luz del sol, en contacto con la naturaleza o jugando al aire libre.
Comentarios
tracking