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24 de abril de 2024

Un niño con auriculares mientras viaja en el autobús

Un niño con auriculares mientras viaja en el autobúsPexels

La música a tope podría dejar sordos a más de 1.000 millones de jóvenes en el mundo

Una investigación pide que los gobiernos de todo el mundo den prioridad urgente a las políticas de «escucha segura» para salvaguardar la salud auditiva

Uno de cada tres jóvenes asegura haber sufrido sordera parcial o hipoacusia y aunque el 58 % de ellos considera que se trata de algo normal –según los datos del Estudio GAES sobre la Salud Auditiva de los Jóvenes en España–, en realidad no lo es.
La exposición frecuente y prolongada a volúmenes altos, ya sea a través de auriculares o lugares de ocio como discotecas, es un hábito casi rutinario entre personas jóvenes y hasta más de mil millones (casi un octavo de la población mundial) corren por ello el riesgo de perder su capacidad auditiva. Así concluye un análisis de datos agrupados de la evidencia disponible, publicado en la revista de acceso abierto BMJ Global Health.
La OMS calcula que ya más de 430 millones de personas por todo el mundo sufren una pérdida auditiva discapacitante. Los jóvenes son más vulnerables a ello por el uso de dispositivos tecnológicos, auriculares para escuchar música y el alto volumen al que están expuestos en conciertos, bares o discotecas. En estos lugares el nivel medio de sonido oscila entre los 104 y los 112 decibelios, lo que supera lo permitido –80 dB para adultos y 75 dB para niños– incluso durante periodos muy cortos de tiempo.
Los investigadores querían medir esas prácticas auditivas inseguras entre adolescentes y jóvenes y para ello, recurrieron a bases de datos de investigación en cuatro idiomas (español, inglés, francés y ruso) que involucraban a personas de entre 12 y 34 años e informaban sobre los niveles de salida de los dispositivos y la duración de la exposición.
Después de consultar 33 estudios, con un total de 19.046 participantes, estimaron que la cantidad de personas que podrían estar en riesgo de pérdida de audición, entre los 12 y los 34 en 2022, era de entre 670 y 1350 millones de jóvenes. También descubrieron que la prevalencia de prácticas auditivas inseguras entre los adolescentes y los adultos jóvenes era de % y %, respectivamente.
Sus resultados los llevan a concluir que «existe una necesidad urgente de los gobiernos, la industria y la sociedad civil den prioridad a la prevención global de la pérdida auditiva mediante la promoción de prácticas de escucha segura».
Si bien, también reconocen que su investigación tiene algunas limitaciones, incluido el propio diseño del estudio y la ausencia de una metodología estandarizada. Sus cálculos tampoco tuvieron en cuenta factores que podrían ser influentes como los detalles demográficos y los cambios recientes en políticas sobre escucha segura en algunos países o regiones.
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