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29 de marzo de 2024

Carla Greciano

Carla Greciano

Carla Greciano (PP de Galapagar): «Estaría bien que Madrid, motor económico de España, lo sea también demográfico»

Con motivo de unas jornadas tituladas La persona, en el centro, la candidata del PP de Madrid a la alcaldía de Galapagar preside una mesa redonda sobre familia y natalidad

España vive un invierno demográfico sin parangón, con cifras peores a las de la posguerra. Las mujeres españolas admiten no poder tener todos los hijos que querrían. El nuestro es el segundo país con peor tasa de natalidad de toda la Unión Europea. La caída de los nacimientos, sin embargo, no es un fenómeno propiamente español, sino que está presente en todos los países desarrollados y es un debate que ha llego a todas las instituciones.
Cada uno pone su grano de arena desde su lugar, y este es el objetivo de las jornadas que serán este viernes 13 de enero de 2023, tituladas La persona, en el centro, organizadas por el Partido Popular de Madrid. La primera de las mesas redondas organizadas para el día la preside Carla Greciano, candidata del PP a la alcaldía de Galapagar, que charla en El Debate sobre natalidad, el futuro de la sociedad –o de que este no llegue–, de Eduardo Casanova y su polémica entrevista en El País y las amenazas que han de afrontar hoy las familias.
–Vivimos en un país en el que las mujeres dicen no poder tener todos los hijos que querrían tener. ¿Cómo se podría revertir esto?
–La Comunidad de Madrid es la única que se ha dado cuenta de ello. Este problema que tenemos de la crisis demográfica, del invierno demográfico, está en toda España, en todos los países occidentales y hace que no tengamos un reemplazo generacional. Las mujeres estamos teniendo en España una media de 1,13 hijos por mujer, pero cuando les preguntas cuántos hijos querrían tener en su vida, dicen que dos, tres o más de los que han tenido. Esto se tiene que abordar desde múltiples áreas, porque la crisis demográfica, a pesar de que nadie se ha dado cuenta todavía, es un problema que afecta a toda la sociedad, y tiene una solución que tampoco es fácil.
Las mujeres más jóvenes de 20 a 30 años, cuando les preguntas por qué no tienen hijos, te dicen que por problemas laborales o económicos. En cambio, cuando subes de esa franja de edad y hablas con mujeres de 30 o 40 años, su problema no es ese; es que no encuentran una pareja adecuada para tenerlos. Al final, lo que estamos viendo es que tanto desde el nivel económico, laboral o incluso cultural, vamos retrasando la maternidad, y esto hace que las mujeres no tengamos todos los hijos que querríamos tener.
–El Plan de Natalidad de la Comunidad de Madrid es uno de los más ambiciosos de España. Es complicado que solo en un año se hayan visto resultados, pero ¿qué datos se esperan? ¿Cuál se espera que sea su impacto en el futuro?
–En este año 2022, se han recibido 9.593 solicitudes, es decir, una media de 28 al día. Eso significa que hay 9.593 mujeres en Madrid que van a ser madres y que se han podido beneficiar de las ayudas. Puede que mucha de esas 9.593 solicitudes no se plantearan tener hijos y gracias al plan hayan dado el paso. Los efectos se verán a largo plazo, de hecho el plan abarca hasta el año 2026, que será cuando se estudie el impacto que ha tenido y qué partes habrá que mejorar. Lo que se está intentando es que se cambie el chip, dar la batalla cultural a favor de la maternidad y que Madrid, que ya es el motor económico de España, sea también el demográfico.
–Las ayudas económicas ayudarían a que los jóvenes se animasen a formar familias, pero qué otros aspectos puede haber detrás de un auge de la natalidad?
–Básicamente, lo que hay es que intentar evitar que en el futuro nuestra sociedad cambie. Cuando pensamos en natalidad no solo hay que pensar en niños, sino también en las personas del futuro. Lo que no puede ser es que cada generación sea menor que la anterior, que acabe desapareciendo la sociedad en sí misma y que cambie, por ejemplo, el sistema sanitario, que no está pensado para recibir partos ni ayudar a embarazadas, sino para personas mayores de 65 años. Una sociedad gerontocrática, que se basa solo en el mayor, está condenada a morir. Son menos trabajadores en el mercado laboral, menos gente consumiendo y que haga uso de los servicios que conocemos.
–En este sentido, ¿cuáles son las mayores amenazas a las que se enfrentan las familias?
–Sobre todo, ahora mismo, se enfrenta a una ideología cultural que intenta hacer ver que la familia no es tan bonito como la pintan, una ideología que habla solo de lo que es la persona muy nihilista, muy individualista, que hace que estemos solos y que se vea a la familia como un obstáculo de crecimiento personal. Nos estamos equivocando con estas ideologías porque la familia es donde la persona mejor crece, donde cuando eres niño empiezas a compartir, aprendes a perdonar, a debatir, a discutir con los hermanos, los primos, los padres; en la que siempre vas a encontrar apoyo y cuando tienes un problema es la que es la que está ahí. Este tipo de ideologías tratan de que nos convirtamos en una sociedad individualista y egoísta que solo piensa en «no quiero tener hijos porque quiero todo el dinero y todo el tiempo para mí».
–Uno de los argumentos que se ha escuchado hace poco, en palabras del actor de Eduardo Casanova, es que tener hijos «es un acto completamente egoísta: va a vivir en un mundo horrible».
–Es una visión del mundo feo, perezoso, egoísta, que tampoco queremos cambiar. Si no nos gusta el mundo, debemos cambiarlo y debemos intentar que cada vez sea mejor y eso implica trabajo y esfuerzo. Eso es un mensaje de falta de esfuerzo, de vivir solo para mí. Llega a decir en la entrevista que tener hijos es egoísta y creo que no hay nada más egoísta que no tener hijos. No hay mayor acto de amor y de generosidad que el que hace, por ejemplo, una madre con sus hijos, porque va a quitarse tiempo suyo propio para dárselo a ellos.
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