Ramiro Oliveros, durante el entierro de su mujer, Concha Márquez Piquer, el pasado 20 de octubre
El viudo de Concha Márquez Piquer pierde el móvil dentro del féretro de la cantante
El teléfono se le escurrió sin darse cuenta cuando fue a darle un último abrazo a su esposa
lo que le sucedió a Ramiro Oliveros en el funeral de Concha Márquez Piquer bien podría tratarse de una escena de una película de comedia con toques de humor negro. El viudo de la cantante estuvo varios días ilocalizable tras el último adiós a su esposa, fallecida el pasado 18 de octubre tras un mes hospitalizada en la UCI del hospital Quirón de Somosaguas de Madrid luchando contra una infección pulmonar. Había perdido su teléfono móvil y en el lugar menos esperado: en el interior del féretro de la cantante.
Así lo ha contado días después Oliveros a la periodista Beatriz Cortázar. El descuido se produjo cuando el intérprete se acercó a besar y a abrazar a Concha Márquez Piquer por última vez. El teléfono se le escurrió del bolsillo sin darse cuenta y allí sigue, acompañando a la cantante. «Se ha quedado mi teléfono dentro del féretro. En la caja. Con Concha», ha explicado el viudo.
La hija estuvo llamando al móvil en los días posteriores mientras que un trabajador intentaba escuchar el teléfono, pero no consiguió oírlo. Lo corroboraron gracias a las imágenes publicadas de aquel día, en las que se puede apreciar cómo se desliza al interior del féretro. Ramiro Oliveros ya no puede hacer nada para recuperar su teléfono, que descansa junto a su amada esposa. Se ha comprado un nuevo terminal y le han respetado el número.
En Cuatro al día, Ramiro Oliveros ha contado que esto es una diablura de Concha: «Cada diez minutos le daba besos… en una de esas me abalancé sobre ella y se me cayó, no me di ni cuenta. Es una más de tantas que me ha hecho. Qué más da que lo tenga ella, ella puede controlar todos mis movimientos».
Oliveros y Márquez llevaban más de cuatro décadas juntos. Lo suyo era amor de verdad. Como así ha reconocido en el programa de Cuatro el intérprete, están siendo momentos muy difíciles para él: «Nunca le puse los cuernos, nunca le falté al respeto a una mujer tan grande. Ha sido el único amor de mi vida… 40 años juntos me han servido para saber que no deseo nada más, me quedo aquí por mi hija, si no fuera por mi hija me pegaría un tiro, pero no lo voy a hacer porque ella me dijo que cuidase de mi hija», aseguraba Ramiro visiblemente emocionado.
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