Kiko Rivera, durante su intervención en el programa de 'Planeta Calleja'
Kiko Rivera relata cómo se gastó ocho millones de euros en drogas, fiestas y caprichos
El DJ abrió su corazón en el programa Planeta Calleja al contar los problemas que ha vivido todos estos años con sus adicciones y la relación con su madre, a la que culpa de muchas de las cosas que le han pasado
Kiko Rivera tuvo que viajar a 7.837 kilómetros de distancia para abrirse en canal con Jesús Calleja en su programa Planeta Calleja (rodado en abril de 2021). Desde Nepal, el marido de Irene Rosales vivió experiencias únicas que le han cambiado por completo su manera de ver el mundo. Lo calificó como el mejor viaje que había hecho hasta el momento, algo así como una experiencia reveladora. Pero para revelaciones las que le hizo al presentador sobre sus adicciones y la relación con su madre.
Empezó a coquetear con las drogas al cumplir la mayoría de edad. Lo que empezó como algo esporádico se convirtió en un grave problema de adicción, habiendo días que consumía hasta cinco gramos de cocaína. Por aquel entonces, Isabel Pantoja se encontraba de gira por Latinoamérica y a él le empezaron a ofrecer dinero por ir a fiestas. «Yo he hecho lo que cualquier chaval, con la diferencia de que tenía una cámara encima. Me escapaba de casa siendo adolescente y cogía el coche, aun sin tener carné de conducir. A veces salía un viernes y aparecía el otro viernes», ha relatado.
Llegó un punto en el que cobraba 25.000 euros por hacerse cuatro fotos en una discoteca y en un fin de semana podía llegar a embolsarse hasta 100.000 euros. Pero en vez de ahorrar ese dinero, lo derrochaba por las noches invitando a amigos y en drogas. Confiesa que llegó a malgastar ocho millones de euros en sus adicciones, fiestas y caprichos. «¿Cómo se gastan 100.000 euros en un fin de semana?», le preguntaba Calleja. Y contestaba Rivera: «Mucha fiesta, estupefacientes a saco. Iba con 25 amigos o 30. Llegaba un fin de semana y les decía: ‘¿adónde queréis ir?’ Todo putas, fiesta, todo. Es algo de mi pasado que yo cuento con normalidad».
Rivera no se privaba de ningún capricho: «Cuando el dinero te llega fácil, te lo gastas fácil. Puede que haya gente que se lo haya pasado bien en este país, pero nadie mejor que yo. Tenía casoplones, once coches, motos de agua, barcos. Qué loco estaba». Su vida cambió hace aproximadamente ocho años, cuando conoció a la que ahora es su mujer, Irene Rosales. Fue ella quien le ayudó a salir del infierno de las drogas con mucho sufrimiento. Reconoce también que, aunque ha dejado atrás todo aquello, «el demonio sigue dentro, en el hombrito».
Afirma que su madre no estuvo a su lado. Solo cuando hizo terapia durante una semana y después nunca más le volvió a preguntar por aquello y por cómo se encontraba. «No quería ver que su hijo era así, pero su hijo es así. Y probablemente gran parte de que su hijo sea así sea culpa suya, porque no ha estado conmigo todo el tiempo que debería haber estado. No le echo las culpas a ella, ni mucho menos, pero ella también tiene su parte de culpa. Es la labor de un padre saber por dónde va su hijo. Quizás, si hubiese estado más atenta, yo no hubiese caído», acusa a la tonadillera.
La relación con Isabel Pantoja en estos momentos es bastante nula. La última vez que se vieron fue tras el fallecimiento de su abuela, Doña Ana. Durante los últimos meses la ha acusado públicamente de haberle engañado con la herencia de su padre, Paquirri, después de haber encontrado una habitación en Cantora con cosas del torero y que, supuestamente, había dicho que le habían robado hace años.
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