Carmen Tello se muestra emocionada ante el enlace
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Carmen Tello aclara cómo lleva los preparativos de su boda con Curro Romero: «Aún no hemos empezado»
La sevillana ha llorado la muerte de su amigo Juan Manuel Martín en un día en el que ha aprovechado para aclarar que aún no ha empezado a preparar su boda con Curro Romero, con quien tiene pensado volver a entonar el «sí, quiero» durante los dos primeros meses del 2022, ¿llegarán a tiempo?
Tras su boda por lo civil en 2003, ahora Carmen Tello y Curro Romero han decidido hacer realidad uno de sus mayores sueños como pareja, sellar su amor por la vía eclesiástica. No hace mucho tiempo, el matrimonio anunció sus planes de volver a pasar por el altar este 2022, pero lo cierto es que por el momento «aún no» han empezado con los preparativos de la boda.
Así lo afirmó la sevillana el pasado lunes, jornada en la que se dejó ver en el tanatorio de Sevilla. Hasta allí se trasladó junto a José Moreno Vega, ex Hermano Mayor de la Hermandad de los Gitanos, con el único propósito de darle un último adiós a Juan Manuel Martín, capataz de la Iglesia de los Gitanos, muy vinculado a la Casa de Alba, que falleció el pasado domingo a los 67 años de edad tras pasar varios días ingresado en el hospital en estado grave.
El pasado 1 de diciembre anunciaron sus intenciones de celebrar su boda
«Era una maravilla como persona, sobre todo, y luego ya como capataz… Mis hijos han ido dirigidos por él muchos años. Un hombre muy querido aquí en Sevilla». Con estas sentidas palabras fue con las que Carmen quiso despedir a su gran amigo, al que recuerda con cariño y admiración. La sevillana se mostró triste y desolada por la devastadora noticia, pero lo cierto es que actualmente la esposa del torero atraviesa una dulce etapa a nivel personal.
Fue el pasado 1 de diciembre cuando Carmen anunció sus intenciones de celebrar su boda con Curro Romero durante este mes de enero o el próximo mes de febrero. Lo hizo durante su asistencia al homenaje que se le rindió a El Faraón de Camas en el teatro Cartuja Center de Sevilla con la proyección del documental Curro Romero, maestro del tiempo coincidiendo con el día de su 88 cumpleaños.
Carmen siempre ha sido una mujer muy religiosa y, desde que empezó su relación con el diestro en 1996, ha manifestado su deseo de casarse por la Iglesia en repetidas ocasiones. Ahora, tras una larga espera, Tello se muestra emocionada al ver que esto va a ser una realidad en muy poco tiempo. Antes no han podido hacerlo por la negación de Concha Márquez Piquer, la primera mujer del maestro, a firmar la nulidad matrimonial, pero su fallecimiento ha permitido a la pareja dar este importante y deseado paso.
Carmen Tello estuvo casada con Miguel Ángel Solís y Martínez Campos
Llevan juntos más de dos décadas, pero ambos han tenido matrimonios previos con los que consiguieron formar sus respectivas familias. Curro se casó en 1962 con Concha Márquez Piquer en una boda de ensueño a la que no le faltó detalle. De su relación nacieron sus dos hijas, Concha y Coral, esta última fallecida en un accidente de tráfico en 1986. Antes de la muerte de su hija, el matrimonio decidió separarse y años después, cuando el divorcio se legalizó, decidieron firmar los papeles que ratificaban su ruptura.
Por su parte, Carmen Tello también estuvo casada con otro hombre antes de empezar su noviazgo con Curro Romero. Él era Miguel Ángel Solís y Martínez Campos, el entonces marqués de Valencia. Fruto de su matrimonio nacieron sus cuatro hijos: Fernando, Carmen, Miguel y Enrique.
El destino cruzó sus caminos y, tras siete años de romance, decidieron oficializar su noviazgo mediante una ceremonia civil que tuvo lugar en febrero de 2003. Poco después llegó la nulidad para Carmen, pero, aunque el de Camas la solicitó ante el Tribunal de Rota, no se la concedieron. Esto, sumado a la negativa de Márquez Piquer a firmar los papeles, impidieron que el torero y la sevillana pudiesen organizar una ceremonia religiosa.
Ahora, el fallecimiento de la cantante el pasado mes de octubre les ha dado la oportunidad de volver a entonar el «sí, quiero» ante los ojos de Dios, una ansiada celebración que esperan festejar en los próximos meses y en la más estricta intimidad.
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