La Reina de los Países Bajos, en su visita oficial a Austria
Máxima de los Países Bajos, una acertada apuesta de todo al rojo
La Reina da una nueva lección de estilo en su visita oficial a Viena
Máxima de los Países Bajos está de visita oficial en Austria y su llegada al país europeo no ha estado exenta de protagonismo. Como era de esperar, prácticamente todas las miradas estaban pendientes de la consorte de origen argentina, que ha hecho toda una exhibición de armario para sus primeras horas allí. Nada más bajar por las escalerillas del avión ya se pudo intuir que la mujer del Rey Guillermo iba a dar mucho de qué hablar. Bastó con verla pisar suelo austriaco para comprobarlo.
El primer estilismo que eligió fue de lo más llamativo: un total look en rojo con un vestido capa, de estreno y de Natan, una firma que ya ha lucido en anteriores ocasiones, cerrado por un imponente broche. Aunque en este atuendo tenían un papel especialmente destacado los complementos. Mención especial a su pamela de parasisal de la firma Fabienne Delvigne, la cual el viento se empeñaba en mover de sitio, ocasionándole alguna molestia al descender del aeroplano.
Lo mismo sucedía con su vestido de corte midi con capa en color rojo. El fuerte viento existente en ese momento en Viena lo levantaba y a punto estuvo de jugarle una mala pasada a Máxima. Muy llamativo fue también su broche de lazo de diamantes, sacado directamente de su joyero privado, cuyo origen se remonta al siglo XIX y que está encajada en oro y plata. No obstante, se desconoce cómo llegó a formar parte de la colección de joyas de la Familia Real Holandesa. Para el resto de complementos, la argentina ha optado por unos pendientes de perlas; salones bicolor y clutch de mano creado por Sophie Habsburg. También utilizó guantes, cómo no, en color rojo.
La Reina Máxima, durante su visita a Austria
La llegada de los Reyes de los Países Bajos a Austria ha causado una gran expectación. Fueron recibidos por el presidente, Alexander Van der Bellen, con una ceremonia de bienvenida en Hofburg. Ya por la tarde, Guillermo y Máxima se marcharon a depositar una ofrenda floral para las víctimas de la Segunda Guerra Mundial en Namenmonument, en el parque Ostarrichi.
Una intensa agenda que tenía como epicentro la gran cena de gala en su honor. El Palacio Belvedere se engalanó para la ocasión. Alexander Van der Bellen, y su esposa, Doris Schmidauer, ofrecieron un banquete para deleite de Guillermo y Máxima, quien acabó convertida de nuevo en indiscutible protagonista. Hay pocas representantes de Casas Reales que tengan semejante dominio del joyero, pero ella es una de las elegidas.
Esto se ha podido comprobar en Austria, donde ha acaparado toda la atención gracias, entre otras cosas, al uso de tiara. Máxima se ha decantado por la de la Reina Ana, que anteriormente lució la gran duquesa Ana Pavlovna de Rusia, quien contrajo matrimonio con Guillermo II de Holanda. Una joya de valor incalculable, también en lo personal, ya que fue la que llevó, cuando todavía era prometida de Guillermo Alejandro, a la boda de Haakon y Mette-Marit, en agosto de 2001.
Los Reyes de los Países Bajos, en el palacio Belvedere
En cuanto a su vestido para este evento de altos vuelos, Máxima de Holanda ha recurrido a Stella McCartney. La modista británica firmaba su look con escote asimétrico y una manga oversize de color blanco. La consorte estrenó este vestido en abril de 2019 para acudir a otra cena de gala, pero aquella vez con el cuerpo diplomático. Tres años después, vuelve a rescatarlo del armario para brillar como solo ella sabe.
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