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Doña Letizia ha vuelto a ponerse manos a la obra tan solo unas pocas horas después de presidir la cena de gala en honor a los invitados por la Cumbre de la OTAN. Es una semana intensa, cargada de trabajo. Sin tiempo que perder, la Reina ha madrugado para marcharse directamente hasta el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, donde ha visitado la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Lo ha hecho acompañada de Jill Biden, su mejor socia durante estos días, así como de las nietas de la primera dama y de otros representantes políticos que participan en la cumbre, que han llegado en AVE hasta Segovia.
La Reina Letizia ha aguardado la llegada de todos los invitados en la Puerta de la Escalera de Nogal, ataviada con un look de lunares. Un estampado que parece ser su favorito ahora mismo ya que fue el que también usó el pasado lunes para recibir en Zarzuela a Jill Biden. En esta ocasión se ha vuelto a convertir en perfecta embajadora de la moda española gracias a su vestido de la firma murciana Laura Bernal –que nunca antes había llevado– con sede en la localidad de Molina del Segura.
La pieza en cuestión es de corte midi, escote vertical, cuello tipo blazer y falda con ligero vuelo en tonos beige. Como complemento se ha decantado por unas alpargatas color crema de Macarena Shoes, un bolso nuevo de la firma nacional Heden que está confeccionado artesanalmente en Ubrique y cuyo precio es de 930 euros. En cuanto a sus joyas, ha optado por unos pendientes de oro blanco de Tous, de 18 quilates, diamantes de 0.13 quilates y perlas cultivadas de agua dulce, así como por su inseparable sortija de Karen Hallam.
Jill Biden ha sido la única primera dama que no utilizó el AVE para desplazarse hasta la Granja sino que prefirió hacerlo en coche. Como compañía llevaba a sus dos nietas, Maisy y Finnegan, que aterrizaron en España el pasado domingo junto a ella. Si el lunes se supo que estuvieron haciendo unas compras por la Milla de Oro de Madrid, este miércoles se han trasladado hasta tierras segovianas. La nota llamativa es que una de ellas ha lucido alpargatas de la firma española Castañer, iguales que las que tiene la Reina Letizia en su armario. Todo un guiño a la moda patria.
Una vez reunido al completo, el grupo se ha dirigido hasta la Sala Victoria para empezar el recorrido guiado por el palacio de la Granja de San Ildefonso. Acto seguido, Su Majestad la Reina, acompañada por los invitados, ha dado comienzo a una visita a los jardines para ver la Fuente de las Ocho Calles, una fotografía de grupo en Los Baños de Diana, y la Fuente de las Ranas con sus sistemas hidráulicos. Una vez dentro del edificio han visitado la exposición de tapices y, para terminar, el Dormitorio del Rey, donde han estado tomando un café. Más tarde llegaría la hora de conocer la fábrica de cristales. Quien no ha formado parte de la expedición ha sido Brigitte Macron, pero sí que se cuenta con ella para la posterior visita al Museo Reina Sofía.
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