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29 de marzo de 2024

El Rey Felipe, en Palma

El Rey Felipe, en PalmaGTRES

El bocadillo del Rey en Palma

Don Felipe viene con ganas a celebrar por todo lo alto los 40 años que cumple la Copa del Rey Mapfre

Habrá sido por el bocadillo de lomo con queso, que tampoco era muy grande y que se ha comido en un plis plas entre maniobras a estribor y a babor por la bahía de Palma, pero el Rey viene con ganas a celebrar por todo lo alto los 40 años que cumple la Copa del Rey Mapfre. Según ha llegado a tierra, una cervecita bien fresquita, un rato distendido con los regatistas y un «Hasta mañana».
El año pasado Don Felipe, al timón del barco de regatas de la Armada española, el Aifos500, quedó cuarto pero este año, a tenor de las ganas que le ha puesto en los dos días de entrenamiento, se puede decir que viene con aires de triunfo «Es muy competitivo» me dicen. En ese barco, donde repiten las militares, Nerea y Natalia, esta última el año pasado tuvo conciliación familiar y no pudo regatear en Palma, todos tienen mote menos el rey aunque eso no impide que en un viraje brusco o en un despiste de timón se escape un taco o un grito. Como dicen ellos «hay mucho respeto pero en el barco el rey es uno más. Hacemos chistes y se nos puede escapar algo». Don Felipe lleva un año sin navegar «esto es como montar en bicicleta que no se olvida» se le ha escuchado decir y aunque sus hijas no hayan tomado el relevo y no compartan su afición, él a su edad participaba en la Copa del Rey de vela, es fiel a esta cita anual.
Este año esa alineación tan top con los cisnes, los swan, el «Aifos» del rey Felipe, el «Fram XVIII» del rey Harald y el «Cuor di Leone» del regio Leonardo Ferragamo, no se repetirá este año. Harald y Ferragamo son bajas. Por el contrario, don Felipe ha regresado al barco propiedad de la Armada un TP52 y tiene en su categoría, la de los ORC 1, a dieciocho barcos a batir y de diez nacionalidades, ninguna rusa.
El Rey Felipe, en las regatas

El Rey Felipe, en las regatasGTRES

Hoy lunes comienza oficialmente su regata, en la que está previsto que participe todos los días, excepto el martes que despacha con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en el palacio de la Almudaina y no en el de Marivent como venía siendo habitual.
Esta tarde, después de la competición, está previsto que se desplace a la Cartuja de Valdemossa con Doña Letizia y sus hijas Leonor y Sofía. También aprovecharán para dar un pequeño paseo por el pueblo de la Tramuntana mallorquina que inspiró a Chopin, a George Sand y a Rubén Dario y donde espero que prueben sus afamadas cocas de patata porque eso, don Felipe lo sabe bien, es subir a otro nivel sensorial aunque tengan azúcar y doña Letizia no sea fan.
El martes el Rey no navega, pero el miércoles se resarcirá porque bien prontito, a las diez y media, se le hace un homenaje a la Comisión de Naval de Regatas de la Armada, del que depende su barco el Aifos (Sofía al revés). Y el jueves, a la misma hora de la cena de armadores de la Copa del Rey en el Club Náutico, Don Felipe y Doña Letizia ofrecen una recepción en los bien ventilados jardines de Marivent, a las autoridades de las islas y a una representación de la sociedad balear. La novedad, no es que haya una contraprogramación porque ya han coincidido algún año los dos eventos, la novedad es que no está anunciada la presencia de la Reina Sofía y que se abran los jardines de la residencia de verano porque hasta la fecha se les había recibido en el palacio de la Almudaina. Tampoco es una novedad que haya salido a cenar, dos platos y postre, con sus amigos y que el viernes repita, pero esto pertenece a su agenda vacacional privada.
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