El halconero con Flecha, para espantar las gaviotas
Un halconero, kiwis de oro y el robot basurero, las anécdotas de la Copa del Rey de Vela
El impulso que da la presencia del Rey Felipe participando en las regatas resulta fundamental
Olvídate de Capri y de Cerdeña, durante esta semana de agosto Palma es el epicentro mediático deportivo y social del Mediterráneo. Entre deportistas y organización pasan de las 2.000 personas las que se movilizan durante diez días por la isla. Esto significa un impacto económico para Palma de Mallorca cercano a los 20 millones de euros.
El impulso que da la presencia del Rey Felipe participando en la Copa del Rey de Vela, que patrocina desde hace catorce años Mapfre, es fundamental para que año tras año supere las previsiones de participación. Ver la flota de 111 embarcaciones desplegando sus velas por la bahía de Palma es un espectáculo único y un lujo del que todos pueden disfrutar porque las instalaciones náuticas están abiertas al público.
Todas las mañanas, a eso de las diez y media, llega el Rey Felipe, desde el palacio de Marivent, conduciendo su propio coche hibrido, previamente los buzos de la Guardia Civil han revisado los pantalanes. El halcón Flecha ha espantado a las gaviotas. La perra pastor belga de la Guardia Civil, Kitty, ha estado olfateando, como si no hubiera un mañana, las instalaciones náuticas y los robots que toman muestras del agua y recogen desperdicios han hecho su función de limpieza. El barco solar de BMW ha recogido muestras que serán analizadas. Todas las tripulaciones han rellenado sus termos con agua, se trata de evitar al máximo el uso de botellas de plástico y el puesto de kiwis instalado con vistas a las embarcaciones, que tanto disfrutó hace tres años la Reina Letizia, tiene los 300 kilos de zespris sungold, la joya de la corona de los kiwis, desplegados para que toda la marinería se alimente bien antes de echarse a la mar.
Robot recoge basuras
A la Reina Letizia y a sus hijas Leonor y Sofía les llamó mucho la atención, hace un par de años, el despliegue de kiwis y estuvo cerca de media hora documentándose y recibiendo un auténtico master de esa fruta, como ella misma nos afirmó más tarde e incluso, nos descubrió que ella desayunaba todos los días un kiwi y precisamente su favorito era el amarillo, como los que comen este año los tripulantes de la Copa.
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