Su ritmo de vida era frenético y prácticamente imposible de aguantar para cualquier cuerpo
Camilo Blanes, la trágica historia que oculta el hijo de Camilo Sesto
Después de haber pasado 50 días en la UCI a comienzos de este año, hace unas semanas volvía a asustar y preocupar al tener que ser ingresado nuevamente en una clínica
Los últimos meses no están siendo nada fáciles para Camilo Blanes, y por ende, tampoco para su madre, Lourdes Ornelas. El hijo de Camilo Sesto ha sufrido varios achaques en su salud a consecuencia de ciertos malos hábitos que su progenitora ha condenado en diversas ocasiones, razón por la que ha mantenido a todos sus seres queridos en vilo hasta hace tan solo unos días.
Después de haber tenido varias idas y venidas en distintos centros médicos, a comienzos de este mismo mes de septiembre, el también conocido como Camilín hacía saltar las alarmas nuevamente al trasladarse un helicóptero medicalizado del SUMMA hasta su jardín, con el objetivo de atender al protagonista en cuestión de manera urgente. Lo que probablemente los profesionales pertinentes no llegaron a imaginar es que sería Camilo quien pondría pegas ante la idea de ser desplazado de su domicilio, negándose rotundamente a ello hasta que, unos días después, no le quedó más remedio que ser ingresado otra vez en una clínica hospitalaria.
Camilín tenía claro que seguiría saliendo de fiesta de manera habitual
Fue por poco tiempo, ya que, más tarde, el hijo del cantante reaparecía, completamente renovado, reafirmándose en las ideas en las que ya hizo hincapié durante el pasado mes de agosto al admitir que estaba completamente recuperado de sus adicciones, habiendo dado comienzo a una nueva etapa de su vida que supuestamente nada tendría que ver con lo vivido anteriormente.
No obstante, Camilín tenía claro que seguiría saliendo de fiesta de manera habitual, aunque eso sí, sin consumir sustancias que pudieran ser un obstáculo para su recuperación y para su bienestar, para optar por alternativas más sanas ahora que aseguraba no estar inmerso en ningún tipo de tratamiento médico.
Estas últimas palabras de Camilo Blanes dejaban entrever que el varapalo que había sufrido meses antes le había hecho tocar fondo y replantearse su vida cotidiana. Y no es para menos. El año no empezaba de la mejor manera para el hijo del intérprete de Corazón encadenado, que sufría un accidente mientras regresaba en bicicleta a casa después de unos días de fiesta por el que tuvo neumonía y una serie de problemas respiratorios de gran gravedad por los que tuvo que permanecer en la unidad de cuidados intensivos durante nada más y nada menos que 50 días.
Un periodo de tiempo en el que su salud pendía de un hilo, hasta el punto en el que su progenitora y su ex pareja acapararon el foco mediático para pedir ayuda sobre cómo convencer a Camilín de que el ritmo de vida que llevaba era frenético y prácticamente imposible de aguantar para cualquier cuerpo, razón por la que tenía que, si lograba superar este bache, tenía que rehabilitarse y cuidarse al máximo.
Comentarios
