En el after desalojado por exceso de aforo encontraron cocaína rosa
Felipe de Marichalar se escondía bajo una gorra en el desalojo de una sauna donde la Policía encontró un arma y droga
«¿Cuánto aforo tenéis permitido?», le preguntaron a un trabajador. «Por ley 99 personas», contestó. «¿Y realmente cuántos hay dentro?», le insistieron. «Yo he contado como mucho 105», respondió
A eso de las siete y media de la mañana del domingo, los vecinos de la calle Orense 64, muy cerca del hotel Meliá Castilla, escuchaban desde sus camas a Shakira cantando que ella es una loba, que no está «pa tipos como tú», y a Quevedo rogando a una mujer que se quedara «porque la noche sin ti duele», pero ellos estaban ya hasta las narices de canciones de venganza y de amor.
«No veas cómo sonaba la matraca», comenta a El Debate uno de los residentes de la zona. Agotados y cabreados llamaron a la Policía Municipal. Minutos después se presentaron allí, en el antiguo restaurante La Dorada, varios coches patrullas y algunos agentes de paisano.
Imagen de la barra del after clandestino
Los policías, sin llegar a entrar, constataron desde la vía pública que la música, si no atronadora, sonaba fuerte. «¿Cuánto aforo tenéis permitido?», le preguntaron a un trabajador del negocio. «Por ley 99 personas», contestó. «¿Y realmente cuántos hay dentro?», le insistieron. «Yo he contado como mucho 105», respondió. El grupo de agentes entraron en el garito, ordenando que se apagara la música y que se encendieran las luces. «¿Me dejas ver la licencia?», preguntó uno de los policías al encargado. El hombre se la entregó y al leer el cartón, el agente observó que estaba concedida «para sauna y relajación con barra asociada», pero permiso para discoteca y música a todo volumen no tenían.
Imagen de promoción del 'after' clandestino
Uno trata de huir
Uno de los asistentes al ver a la Policía trató de huir. Un agente se dio cuenta y le interceptó, le cacheó y encontró una bolsita de droga. Se levantó el correspondiente acta. No fue el único, dos más fueron localizados con droga en los bolsillos. Estos no quisieron deshacerse de ella o no les dio tiempo a tirarla al suelo, porque los agentes localizaron en el suelo y escondidas entre los sofás numerosas sustancias tóxicas: «9 bolsitas conteniendo sustancia en polvo rosa, 5 bolsitas conteniendo sustancia de color blanco en roca y granos, 1 bolsita conteniendo sustancia de color amarillo con aspecto de cristales pequeños, 1 bolsita con cuatro comprimidos rosas y 1 plástico blanco con sustancia polvo blanco», reza el atestado.
En el local, los agentes también detectaron a una joven de 17 años de la que se hizo cargo su padre, de 47, que curiosamente también estaba en la sauna bar disfrutando de la noche.
Los agentes encontraron variedad de sustancias en el 'after' clandestino
Los agentes, además, detectaron a un hombre, de 37 años, nervioso, que se tocaba mucho la espalda. Lo cachearon y localizaron que guardaba un arma blanca de 12 centímetros de hoja (cuchillo de cocina con mango de madera clara). «¿Y esto?», le preguntaron. «Para defenderme», contestó altivo.
En medio de este pequeño caos los agentes detectaron a Felipe de Marichalar. Llevaba puesta una gorra y bajaba un poco la cabeza, como para esconder su identidad. Iba acompañado de varios amigos y amigas. A él no le intervinieron nada y los agentes le dejaron marchar.
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