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El exvicepresidente y ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias

El exvicepresidente y ex secretario general de Podemos Pablo IglesiasEuropa Press

Así es la peluquería de Madrid donde Pablo Iglesias se corta el pelo

La coleta, aquel símbolo de rebeldía, blanco de memes y motes, desapareció en 2021 junto con su escaño

Desde que Pablo Iglesias se despidió de la política —aunque no de las tertulias—, su imagen también ha pasado por un proceso de reinvención. La coleta, aquel símbolo de rebeldía, blanco de memes y motes, desapareció en 2021 junto con su escaño. Adiós a El Coletas, hola al degradado milimétrico. Nueva etapa, nuevo peinado. Porque aunque se haya alejado de los escaños, no ha renunciado a su estética combativa… solo la ha afinado. Ahora luce un corte de esos que en la barbería llaman low fade o degradado bajo, con los laterales bien apurados y un toque texturizado arriba. Algo entre el crop británico y el estudiante de filosofía con cuenta de Youtube. La perilla —marca registrada— se mantiene, y suma pequeños aros metálicos en ambas orejas.

El cofundador de Podemos se acicala en la peluquería Jose Arco3, situada en la Avenida de la Ciudad de Barcelona (entre Atocha y Puente de Vallecas). Dato curioso: por esa zona vivía en su día, en casa de su tía-abuela. Así que volver por el barrio debe de resultar hasta nostálgico… aunque ahora viva en una zona mucho más exclusiva, rodeado de naturaleza y lejos del metro. La barbería queda lejos del chalé, sí, pero cerca de los recuerdos.

Según La Razón, Iglesias se deja caer por el local con puntualidad quincenal y paga 21 euros por corte. Una tarifa por encima del promedio, aunque razonable si se incluye el cierre parcial del local, las cortinas echadas y la garantía de que ningún curioso se acerque mientras se perfilan las patillas del exlíder morado.

Lo que sí sorprende es que cruce media Comunidad de Madrid desde su chalé en Galapagar —más de 40 minutos de trayecto, si el tráfico acompaña— solo para sentarse en una silla azul vibrante y dejarse cuidar. Claro que la barbería tiene su encanto: dos puestos de corte con espejos redondos de mimbre, mobiliario rústico, suelos de terrazo y plantas bien distribuidas.

Desde el mismo medio señalan que José Manuel Correas Muñoz, dueño del local, declinó hacer comentarios sobre su cliente más conocido. Discreción profesional o cláusula tácita del gremio. Lo que sí sabemos, gracias a su perfil de LinkedIn, es que pasó del interiorismo a la barbería con éxito. Las reseñas lo confirman: «profesional como la copa de un pino», «serio, creativo y eficaz».

En resumen: la coleta quedó atrás, pero el mensaje sigue ahí. Incluso en el lugar donde le repasan las entradas (las capilares). Jose AR3 no es un templo obrero ni una barbería de élite: es ese justo punto intermedio donde un exvicepresidente puede seguir cultivando su identidad sin parecer incoherente. O, al menos, no más de lo habitual.

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