Adriana Abascal, en una de las imágenes que ha compartido en Instagram
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Adriana Abascal, una más en la alta sociedad italiana: la cena de gala con invitados 'royal' en la que triunfó
La socialité española acudió acompañada de su pareja, Filiberto de Saboya
Adriana Abascal ya es una más en la corte palaciega italiana a juzgar por las últimas imágenes junto a Filiberto de Saboya. La pareja acudió a la serata di gala benéfica en el Palazzo Borghese, celebrada el 16 de noviembre con más de 350 invitados. El palacio del siglo XVI sirvió de escenario para este encuentro organizado por la Consulta dei Senatori del Regno y la Delegación Toscana de los Órdenes Dinásticos.
Para semejante ocasión, la socialité eligió un vestido de Marchesa de escote asimétrico de capas superpuestas de tul degradado en rosa empolvado y azul muy oscuro. Un look de elegancia romántica que completó con un moño pulido con ralla al medio y una apuesta beauty donde los smoky eyes de llevaron todo el protagonismo.
Abascal hizo la competencia incluso a la gran duquesa de Rusia, la Princesa Victoria Romanovna, que lució un vestido negro de terciopelo de corte clásico que combinó con unos guantes blancos.
Manuel Filiberto de Saboya, de 53 años, estuvo casado durante más de veinte años con la actriz parisina Clotilde Courau, de 56, con quien tiene dos hijas, Vittoria y Luisa de Saboya. Si bien el anuncio de la separación de la pareja se produjo, como era de esperar, la primavera pasada –aunque llevaban ya varios meses separados– en los últimos meses se ha visto al príncipe con la persona que le robó el corazón. «Una mujer increíble», según sus propias palabras.
Entre los 350 invitados a la velada florentina en el Palazzo Borghese, era inevitable que Manuel Filiberto y Adriana Abascal , en cierto modo los anfitriones, acaparasen toda la atención. Se mostraron con gran espontaneidad, para beneficio de los fotógrafos.
Si bien la gala de la Consulta dei Senatori del Regno no es el primer acto oficial de Manuel Filiberto y su pareja, el alto grado de formalidad del evento parece confirmar su participación como pareja. A finales de septiembre, la reunión de las Órdenes Dinásticas de la Casa de Saboya en Roma ya había brindado un reconocimiento similar.
«Cometí el error de no contarle lo de Adriana enseguida, y se enteró por la prensa», admitió Filiberto de Saboya, al anunciar su relación con Adriana Abascal hace unos meses. En su opinión, debería haber gestionado la situación de forma distinta. «Aconsejo a quien lea esto que no cometa el mismo erro que yo. Aunque ya estábamos, debería haberla informado antes», añadió el nieto del último Rey italiano, Humberto II.
Ella, por su parte, admite de su pareja que «tiene algo mágico». Reconoce que es un ser humano extraordinario, dorado de grandes cualidades. Entre nosotros, hay un respeto y una admiración mutua que lo impregna todo, así como una complicidad que hace que las cosas más sencillas y las más grandiosas se vivan con la misma intensidad. Con él, disfruto tanto yendo a la panadería o al supermercado como asistiendo a una gala de la Orden Dinástica de la Casa de Saboya en Italia o a un evento oficial en el Parlamento de Roma. Aprecio enormemente su personalidad».