Detalle del primer número de El Debate
La historia de El Debate
En busca de un nombre
De una parada desesperada en el monasterio trapense de Venta de Baños saldría el nombre de una cabecera llamada a marcar una época en el periodismo
La historia de la ACdP elaborada por José Luis Gutiérrez García recoge algunos recuerdos de uno de los primeros redactores de El Debate, Nicolás González Ruiz. Sus memorias nos permiten conocer algo sobre el origen de esta cabecera y la elección de su nombre.
Cuenta González Ruiz que Sebastián Luque, fundador del periódico, había recorrido el noroeste de España en busca de financiación para su proyecto. Su labor estaba resultando complicada e infructuosa, y decidió descansar en el monasterio trapense de Venta de Baños, en Palencia, donde fue acogido con hospitalidad por los monjes, que incluso hicieron una pequeña aportación para el nacimiento del futuro periódico. Poco puede hablarse en un ambiente monacal, pero relata este redactor que de una de las escasas conversaciones que mantuvo allí el primer director de El Debate surgió ese «expresivo» nombre que, a la postre, a todos pareció adecuado.
Para completar la cabecera del nuevo periódico se optó por el lema «Diario católico e independiente, de la mañana», una idea que pretendía recordar la intención con la que se fundaba El Debate, la de ser una herramienta de información que sirviese para unir y dar voz al catolicismo español, pero quedando al margen del control de cualquier partido político. Cuando Ángel Herrera y los propagandistas se hicieron cargo del periódico, apenas un año después de su fundación, optaron por eliminar el lema de la cabecera.
Cabecera original de El Debate
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