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20 de abril de 2024

El presidente del gobierno griego Gounaris junto a oficiales del ejército en Asia Menor

El presidente del gobierno griego Gounaris (el de la izquierda con sombrero) junto a oficiales del ejército en Asia MenorCreative Commons

Hace 100 años en El Debate

30 de noviembre de 1922: siete fusilamientos en Grecia

La condena a muerte por alta traición contra el presidente Gunaris, el generalísimo Hadjenestis y los cinco ministros fue llevada a cabo ese mismo día

Tras el desastre griego de agosto de 1922 en la guerra contra Turquía, donde fueron derrotados por las tropas comandadas por Mustafa Kemal Ataturk, el Tribunal griego procesó a seis exministros y al general en jefe responsables. Los siete fueron condenados a muerte el 29 de noviembre y fusilados esa misma mañana tras una larga discusión que duró toda la noche. Tanto a los generales como a los políticos se les encontró culpables por alta traición. El expresidente Gunaris, el exministro de Interior Stratos, el exministro Protopapadakis, el exministro de Guerra Tetotokis y el exministro de Negocios Extranjeros Baltazzi y el general en jefe Hadjanestis fueron los castigados con la pena capital a las once de la mañana.
Inmediatamente después, Inglaterra cumplió con su amenaza de romper las negociaciones diplomáticas si se llevaba acabo la sentencia de muerte. El ministro de Inglaterra en Atenas, Londley, se retiró de la capital helena y se dirigió a Lausana, donde informaría del hecho a Lord Curzon. La sentencia fue muy protestada por la prensa inglesa. «Grecia tiene pretensiones de ser contada entre las potencias civilizadas. Si desea conservar ese estado, sus Gobiernos revolucionarios necesitan estudiar con gran cuidado el modo con que las demás naciones civilizadas están acostumbradas a resolver sus asuntos», comentaba el Daily Express antes de que se ejecutara la condena a muerte. Los demás periódicos opinaron que las consecuencias de este hecho traerían graves consecuencias para Grecia.

Las condenas de los acusados

Los cargos a los exmandatarios fueron: no haber asegurado la campaña con probabilidades de éxito, no haber proporcionado tropas de forma regular, haber descuidado el aprovisionamiento y el armamento, retirar a 40.000 hombres del frente para realizar un desfile en Constantinopla, nepotismo entre los altos cargos del ejército, anteponer los intereses personales (Gunaris) a los de la patria, malversación del dinero dirigido al ejército para el partido gunarista, ineptitud y, por último, dar la orden de retirada en vez de batirse con el enemigo.
La ofensiva turca comandada por Mustafá Kemal no encontró resistencia griega, al estar estos extenuados por las marchas de 50 km diarios a las que se sometieron cuando les ordenaron retirarse.
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