20 francos
Hace 100 años en El Debate
5 de diciembre de 1922: Suiza rechaza el impuesto sobre el capital
Según indicaba el periódico, el episcopado suizo también se pronunció contrario a la iniciativa socialista y aconsejó de forma repetitiva a los católicos a que votasen en contra
«Los electores suizos han rechazado por 730.124 votos contra 108.960 la proposición socialista tendiendo a la leva de capital», escribía El Debate hace 100 años y puntualizaba que dicho resultado se había obtenido a pesar de la huelga de tipógrafos que había dificultado la propaganda.
Según la petición socialista, debían sujetarse al impuesto las personas naturales y jurídicas, exceptuándose a las entidades del Estado, de los cantones y Municipios, el Banco Nacional, la Caja Nacional de Seguros y las Sociedades dedicadas a obras de beneficencia, instrucción, fines sociales o religiosos y de utilidad pública en general.
Se había fijado unos 80.000 francos como límite máximo de fortuna no imponible para las personas naturales, concediéndose a los hombres casados un margen adicional de exención de 30.000 francos por la esposa y 10.000 francos por cada hijo. El mobiliario no sería considerado como capital imponible, si no excediere su valor de 50.000 francos. Previos esos descuentos de exención, todo capital quedaría sometido al impuesto; no por su importe global, sino considerándolo compuesto de fracciones y aplicando a cada una un tanto por ciento progresivo, según una escala.
Como era natural, aquellos que se vieron afectados por este impuesto y lo consideraban como una «confiscación de parte de su fortuna» se opusieron. Según indicaba el periódico, el episcopado suizo también se pronunció contrario a la iniciativa socialista y aconsejó de forma repetitiva a los católicos a que votasen en contra. La problemática de esta medida era determinar en la práctica el límite al que podía llegar impuesto de esa índole sin convertirse en confiscación arbitraria así como establecer quién podía señal cuándo se traspasaba el límite con «verdadera autoridad e independencia de juicio».
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