La Basílica de San Pedro iluminada con miles de cirios por la canonización de Teresa de Lisieux en 1925
Hace 100 años en El Debate
21 de marzo de 1923: una encíclica y dos beatificaciones en el centenario de Santo Tomás de Aquino
La encíclica señala como en él se unió la ciencia y la piedad, proporcionando así una ejemplo para todos los sacerdotes
Según recogía El Debate, el Papa Pío XI había recibido en la sala ducal a los miembros de la Academia Romana de Santo Tomás de Aquino, acompañados por los cardenales Boillot, Bisleti y Lega. En dicha reunión el Pontífice anunciaba que para el próximo otoño se celebraría «solemnemente» el centenario de la canonización de santo Tomás y que «con esta ocasión publicaría un documento celebrando las glorias del santo Doctor».
El texto al que hacía mención el periódico se publicaría meses antes, en junio de 1923 bajo el título de Guía de los estudios (Studiorum ducem), la tercera encíclica del Papa Pío XI con motivo del sexto centenario de la canonización del santo. Recordando a grandes rasgos la vida de santo Tomás, la encíclica señala como en él se unió la ciencia y la piedad, proporcionando así una ejemplo para todos los sacerdotes. El texto expone como vivió este santo en alto grado las virtudes morales, desatacando especialmente su castidad y su humildad: se refiere así cómo venció en su juventud los ataques contra la castidad, y entre sus manifestaciones de humildad, como rehusó su elevación al episcopado.
Del mismo modo, en la reunión se leyeron los decretos de beatificación de Teresa del Niño Jesús de Lisieux y del fundador de los sacerdotes de Betharram, Miguel Garicoits. Se argumentó que la figura de Garicoits enseñaba a «cumplir en toda circunstancia nuestros deberes y cómo en cualquier condición de vida podemos sacrificarnos». Mientras que de Teresa del Niño Jesús se decía que era «vivo ejemplo de caridad». Así en ambas figuras «encontramos, una respuesta a las exigencias de la vida actual».
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